San Martín la pasaba mal. Pero cuando parecía que llegaba para el local por sus insistencia, Luis Ardente, el arquero Verdinegro, se lució y con una tremenda volada a su palo izquierdo le sacó el remate penal a Leandro Gioda. Iban 30 minutos y el 1 ratificó por qué es el mejor arquero de la categoría. Luego en el complemento se agigantó nuevamente con dos tapadas enormes en el inicio. Y pese a que los 14’ lo vencieron, fue la figura y el sostén para que sus compañeros pudieran buscar el empate hasta el mismo final.
En el penal. Fue él contra Gioda. Y las manos de San Ardente fueron mágicas en Pergamino. Porque la fuerza con la que el marcador central le dio al balón fue tan rápida como la veloz reacción de Luis, que a puro reflejo que van de la mano con su presente- la descolgó del ángulo y la mandó al tiro de esquina. Fue, por lejos, lo mejor de todo el equipo. En el segundo tiempo siguió negando el gol al equipo Fogonero. Con un cachetazo volando, le descolgó del ángulo el cabezazo al defensor Franco Flores. Angel Orué fue otro que lo sufrió, cuando nuevamente Ardente, tirándose para atrás, sacó una pelota envenenada del ángulo. Sebastián Carrera fue el único que lo venció con el gol a los 14 minutos, que hizo estéril el vuelo de Ardente. Incluso terminó jugando en el área rival buscando el gol en el final.