Otra etapa más pasó ayer en la presente edición del Giro de Italia. Y, aunque por su desarrollo pareciese una más, no fue así, fue la más dantesca de esta carrera porque, largó en Rávena, donde el 21 de abril de 1321 (hicieron ayer 700 años) falleció Dante Alighieri. Y culminó en Verona donde el autor de la Divina Comedia vivió exiliado seis años entre 1312 y 1318. A decir verdad, fue una característica etapa de transición de esas en las que pasa poco y se definen en un embalaje masivo que mantiene intacta la clasificación general.
Tres hombres fueron los protagonistas de la fuga del día: Samuele Rivi (EOLO-Kometa), Umberto Marengo (Bardiani-CSF-Faizanè) y Simon Pellaud (Androni-Sidermec). Entre los tres sacaron una buena diferencia al pelotón donde cuidando piernas para la exigencia montañosa de hoy, viajaban Bernal, Vlasov y Evenepoel,entre otros.
Hoy, la 14ta etapa del Giro en las laderas del Monte Zoncolan.
Faltaban, poco más de siete kilómetros, cuando el pelotón los fagocitó y empezaron a formarse los ‘trencitos’ de cada equipo buscando dejar bien ubicados a sus embaladores para el instante supremo de cruzar primero la raya de meta.
Fue un embalaje, muy abierto y sin problemas, Edoardo Affini (Jumbo Visma) lanzó su ataque a 300 metros, pero faltando media cuadra, Nizzolo, actual campeón europeo lo superó sin problemas y con claridad, para su primera etapa en una gran vuelta, rompiendo una racha de 11 segundos puestos.
Los argentinos Eduardo Sepúlveda (Androni-Gioccatoli) y Maximiliano Richeze (UAE Emirates), terminaron con el mismo tiempo del ganador.