Jugadores de San Lorenzo admitieron ayer haber tenido que dar "explicaciones" a la barra brava del club por la caída en el clásico ante Huracán, y hasta lo consideraron "entendible", aunque negó que los hayan "apretado". "No nos apretó nadie", afirmó el arquero Pablo Migliore. Lo cierto es que el domingo a la noche y tras volver del estadio "quemero" cinco jugadores fueron encarados por un barra en la Ciudad Deportiva. El barra, conocido como Sandokán, les endilgó a los barras, palabras más palabras menos, que fue "una vergüenza" haber perdido con el equipo de Parque Patricios. Al respecto, en el mismo sentido que Migliore se refirió Romagnoli, quien aseguró que "en ningún momento vinieron a apretar. Eso es mentira, vinieron a hablar".
Estas desmentidas se dieron en la jornada que se confirmó la rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha del defensor Fernando Meza y por lo cual estará inactivo como mínimo seis meses.
