Hace 40 años, su padre Roberto Mallea integró la selección juvenil que por el boicot no pudo asistir a los Juegos Olímpicos de Moscú. Anteayer, Nicolás Gabriel fue convocado a la preselección nacional Sub-17 que dirige Pablo Aimar. El hijo de Roquiño, que fuera figura en su época de jugador y es actual presidente de Atlético de la Juventud Alianza; quien desde 2018 milita en las divisiones menores de San Lorenzo de Almagro recorre, tras cuatro décadas, el camino que experimentó su papá.
"No lo esperaba. Es una alegría muy grande", cuenta el joven que desde marzo se encuentra en la casa paterna en Rivadavia. Algo le había adelantado el lunes a su progenitor, el representante Shai Lerner ("mañana tendrás una linda noticia"). El jugador y su familia se enteraron del tema el martes cuando en el sitio oficial del "Ciclón" se felicitaba al delantero que comparte la pensión en el Bajo Flores con otros muchachos de su edad.
"Nico" integró un equipo de Atlético de la Juventud Alianza que ganó todo en 2016. Tanta calidad había en esos "Lechuzitos" que formaron Daniel Garipe, Gabriel Cortéz y Hugo Chavez, que cinco de ellos militan en clubes de Buenos Aires y dos en la CAI de Comodoro Rivadavia.
El joven punta que se autodefine como un "delantero rápido" contó que primero fue a una prueba de dos días y le comunicaron que en enero de 2018 debía volver. "Estoy instalado en la pensión ubicada en el predio donde está la cancha. Desde allí asisto, como todos los otros chicos de mi edad, a la escuela, que nos queda a una cuadra cruzando la calle y entreno todos los días".
Dijo que no lo afectó la rutina de prácticas. Acá estaba acostumbrado a entrenar lunes, miércoles y viernes y jugar los sábados o domingos. Allá lo hace todos los días y tres veces por semana agrega tareas en el gimnasio. "Todos tenemos una rutina que cumplir y a la siesta tenemos que hacerla. Allí no están controlándonos, apelan a nuestra responsabilidad", expresó dando un indicio de la manera en que empiezan a formarlos en la conciencia del profesionalismo.
Su papá era defensor, al igual que su hermano Facundo (ver recuadro) y Nico salió delantero. En los torneos de AFA según el sitio oficial de San Lorenzo, convirtió 6 goles, el mismo comentó que le gusta convertir pero que lo suyo es el desborde y la asistencia. "No soy goleador nato, la definición es un tema que debo mejorar, lo que me gusta es el desborde y el centro o la habilitación a mis compañeros que vienen de frente al arco", confió.
Consultado sobre si extrañó, si le costó adaptarse al modo de vida de Buenos Aires, con una frescura propia de la edad, admitió que no fue sencillo. "Al principio es duro, pero luego te vas acostumbrando. Además, en el club están encima nuestro para que nada nos falte. Hasta hay un psicólogo que atiende todos los problemas que podamos tener".
Le gusta como juega el Barcelona, pero si tiene que elegir un equipo ese es el Manchester City. "En mi puesto miro mucho a Sterling, creo que es un punta con mucha movilidad", afirmó. Luego comentó que cuando su equipo juega con tres puntas, se mueve por la derecha, pero cuando lo hace con dos tiene más libertad. "Ando por todo el frente de ataque, generando claros".
Actualmente entrena tres veces por semana, de manera virtual, con el preparador físico de San Lorenzo. Sobre la Selección aún no tiene fecha de inicio de trabajos, pero ya ansía vestirse con la ropa albiceleste y jugar en el predio de Ezeiza.
Made in San Juan
Siete jugadores de la categoría 2004 de Alianza militan en otros clubes foráneos: Nico en San Lorenzo; Mariano Ramos (defensor) y Diego Guzmán (delantero) en River; Leonardo Rodríguez (del.) en Huracán; Lucas Carrizo (volante) en Racing; Juan Francisco Tores y Enzo Quiroga (volantes) en la CAI de Comodoro Rivadavia, Chubut.
Unidos por el amor a la pelota
Una cuestión de familia
En casa de los Mallea el fútbol es una cuestión de familia. El padre extendió su pasión fuera de la cancha asumiendo la presidencia de Atlético de la Juventud Alianza. Allí vio debutar a Facundo (21 años) y siguió de cerca el crecimiento de Nicolás, que se fue púber a San Lorenzo. Hoy, "Roquiño" sigue con orgullo la relación de sus dos hijos con la pelota. El mayor, que debutó con 16 años en la primera del "Lechuzo", integra un grupo de jugadores de distintos clubes sanjuaninos que están siendo observados por el cuerpo técnico de San Martín. "Está en tercer año de abogacía", comentó Roberto, quien es abogado de profesión y actualmente es fiscal correccional. "Mucho hemos charlado sobre que, con orden, se puede estudiar y jugar al fútbol", agregó.
Facundo es defensor al igual que su papá. En tanto que Nicolás, que cursa cuarto año del ciclo secundario en Buenos Aires, se desempeña de delantero por derecha. Ambos reciben consejos de su padre. El más grande porque "Roquiño" jugó en su posición y el menor porque, como lateral izquierdo, marcaba a los delanteros, antes wines, derechos. "Él me dice en qué fallé y debo mejorar, que es lo que más complica a los defensores", comentó el jugador citado al seleccionado Sub-17.