A las 6 de mañana en Argentina, mediodía de Qatar, Nicolás Tivani iniciará la prueba en pelotón para la categoría sub-23 de los Campeonatos Mundiales de Ruta que se están desarrollando en Doha, capital qatarí. El sanjuanino será el único ciclista argentino en participar de una prueba a la que se inscribieron 225 pedalistas de 55 países.

El pibe pocitano, de 22 años, que durante este año ganó una etapa en el Tour de San Luis (2.1) y otra en el Tour de Marruecos (2.2), arribó a la cita mundialista con una invitación de la Unión Ciclista Internacional (UCI), dado que Argentina no sumó los puntos suficientes a nivel internacional en la categoría para clasificar algún corredor. Por esta razón, Nicolás tendrá una misión sino imposible, sumamente complicada, porque deberá “ganarse la vida” tratando de encontrar las ruedas que puedan “llevarlo” a lo que se supone será un embalaje masivo.

El circuito de Doha, ubicado en la playa La Perla, tiene 15,2 kilómetros de extensión. Al mismo se lo girará en 10 oportunidades (152 km), pero como la largada se realizará en otro punto del trazado, el pelotón completará una fracción de 13,7 km hasta pasar por primera vez por el punto de meta y totalizar (165,7 km).

Es, al decir de los especialistas, un circuito para embaladores. Totalmente plano, pero con muchas curvas y rotondas, opone a los pedalistas el inconveniente de “sufrir” los embates del viento, que es casi constante y sopla con ráfagas de 70 kilómetros horarios, desde todos los frentes.

Nicolás, integrante del grupo de “promesas” que se prepararon en el Centro Mundial de Ciclismo que la UCI tiene en L’Aigle, Suiza, deberá unir sus esfuerzos a corredores como el serbio Dusan Rajovic, con quien compartió equipo en el CMC y el brasileño Caio Godoy.

Por sus características de velocistas ya consagrados en el pelotón profesional y por contar con equipos que podrán cuidarlos y armarle “trenes” de lanzamiento en un posible embalaje masivo, son el español Ivan Cortina, el italiano Vincenzo Albanese y el noruego Amund Grondahl.

Ante esta realidad lo del pibe sanjuanino es lo más parecido al ataque del hidalgo caballero de la Mancha contra los molinos de viento. Desafío que le encanta a Tivani, quien ha demostrado su calidad en pruebas difíciles.