Hoy dejará la habitación del complejo denominado Centro Mundial de Ciclismo que tiene la UCI (Unión Internacional de Ciclismo) en L’Aigle, Suiza. En ese lugar donde coinciden las promesas de países de los cinco continentes vivió el último mes y medio. Lejos de su casa de Pocito y muy cerca de los puntos neurálgicos del ciclismo europeo, aprendió a convivir con pibes de otras razas y lenguas que compartían sus días con el mismo objetivo, prepararse para correr el Campeonato Mundial de Ruta que desde el sábado pasado se disputa en Limburgo, Holanda.
La cita ecuménica culminará el domingo con la carrera en línea para los ciclistas mayores, previo a esa carrera donde estarán muchos de las máximas figuras que tiene el deporte del pedal en el mundo, correrán los juveniles, esos que conversando con sus almohadas en el coqueto complejo suizo, aspiran a emularlos. “Claro que me encantaría poder dedicarme profesionalmente a este deporte”, afirma vía chat en una de las tantas noches suizas en las que le costaba conciliar el sueño.
En casi dos meses fuera de su hogar Nico ha participado de distintas carreras. Un par de juveniles y otro par contra ciclistas elite. Los resultados fueron diversos. De un 19no lugar en Francia y una buena etapa en pelotón y mala crono en Bélgica, saltó a un segundo lugar el sábado en Suiza, resultado indicativo de que está por el buen camino.
Con sólo 16 años, Nico está viviendo una experiencia monumental para su corta y rica carrera deportiva, la que está sembrada de victorias en categorías menores y le permitió coronarse Campeón argentino de Juniors a principios de año en Entre Ríos.
Así como Emanuel Saldaño en Stuttgart, Alemania, en el 2007 y como Osvaldo Páez, en Moscú, Rusia, en 2010, es que Nicolás Tivani, nacido en una provincia que respira ciclismo por sus poros, tendrá el orgullo de representar al país. “Estoy muy contento y con mucha fe”, afirmó ayer mientras armaba su bolso para partir a Holanda.

