Algunos de los chicos campeones del Mundialito de Vigo ni siquiera esperaron su equipaje y salieron como una bala a buscar a los suyos. Fueron los más demostrativos y cada uno fue recibido con el aplauso de todos y el clásico ¡dale campeón!.
Así llegaron los chicos sanjuaninos, con la medalla de los mejores en el pecho y un recuerdo imborrable no sólo el título, sino por haber alentado y acompañado a sus ídolos, los mayores de José.
Estos futuros cracks, que se codearon con los mejores equipos del mundo, volvieron con la emoción de estar en Europa. "El Turco Kenan es mi ídolo", dijeron los arqueritos.
Pero fueron ellos, los chicos y sus familiares los que le pusieron el color a la bienvenida con innumerables banderas de color naranja, con los nombres de los pies y la satisfacción por el objetivo logrado.

