La experiencia de Nadal le permitió batir al joven y promisorio tenista alemán quien lo venció en el segundo set y lo puso en aprietos en el último. El español sacó provecho de las interrupciones por la lluvia.

 

El español Rafael Nadal se consagró ayer campeón del Masters 1000 de Roma con la victoria en la final ante el alemán Alexander Zverev por 6-1, 1-6 y 6-3 y recuperó el número uno del ranking mundial.

Nadal ganó su octavo título en Roma luego de dos horas y nueve minutos en una final que fue interrumpida dos veces por la lluvia.

La conquista no fue sencilla para Nadal quien luego de un inicio demoledor iba perdiendo el segundo set 0-5 y en el tercer parcial, el decisivo estuvo abajo 1-3, pero la aparición de la lluvia por segunda vez le sirvió para corregir errores en la reanudación. De hecho, Zverev, número tres del mundo y que venía de 13 triunfos consecutivos, no sumó puntos.

Nadal, que perdió el número uno a manos del suizo Roger Federer (no está jugando la gira sobre canchas lentas) por no poder defender puntos en el Masters 1000 de Madrid, cerró un día glorioso en Roma con su regreso a la cima de ranking.

Con esta victoria, Nadal afrontará en Francia el segundo Grand Slam del año, Roland Garros, con una confianza enorme en busca de su undécimo campeonato, a partir del 27 de mayo.

El mallorquín consideró que el nivel de juego en el primer parcial, ganado 6-1, fue uno de los mejores de su carrera, porque, consideró, consiguió hacer todo lo que deseaba. También elogió a Zverev, que a sus 21 años ya luce tres títulos Masters 1.000 en su palmarés, y se mostró convencido de que el de Hamburgo tiene un brillante futuro por delante.

 

  • Ocho de diez títulos

Rafa Nadal se alió con los dioses romanos para levantar el título del Internacional BNL de Italia por 8va vez en su décima final allí. El de ayer fue el título 32 de los torneos considerados Masters 1000 y sentó las bases para buscar otra victoria en Roland Garros.

 

>>  Le ganó a quien dicen será su heredero   

 

El alemán Alexander Zverev, número tres del mundo, juega un tenis muy bien fundamentado. A su abrumador saque, le ha agregado una mayor solvencia para jugar también desde el fondo de la pista.

El, hoy por hoy, considerado el heredero de Nadal. Venía de ganar sobre el polvo de ladrillo en Madrid y ayer defendía título en Roma, primero de los tres Master 1000 que tiene en su campaña. Los otros son: Canadá, el año pasado, y Madrid.

Es muy buen jugador, pero en el momento definitivo, Nadal dejó claro que de esa hornada de tenistas clásicos que aún domina el circuito, nadie juega como él en canchas de polvo de ladrillo.