El capítulo 51 del duelo entre Rafael Nadal y Novak Djokovic tuvo un ganador lógico: el español se impuso por 7-6 (4) y 6-3 en un enorme partido que duró una hora y 56 minutos, y se convirtió en el primer finalista del Masters 1000 de Roma. Pero la mejor noticia del día fue que el serbio volvió a mostrar mucho de lo mejor de su tenis, justo antes de que la temporada se meta de lleno en el tramo en el que se disputan los puntos más gordos, de la mano de Roland Garros, Wimbledon y el US Open.
El segundo finalista empezará a definirse a las 15, con el duelo entre Marin Cilic (4º) y Alexander Zverev (2º), televisado por ESPN.
Después de las dudas del primer game del partido, en el que Nadal retuvo su servicio luego de haber sacado 15-40, Rafa quebró en el sexto game para alejarse 4-2 y luego 5-2.
Parecía que el español ya tenía el primer parcial en el bolso, pero vino la reacción del serbio, con momentos de altísimo nivel. Ganó su turno de saque, quebró el de Rafa y volvió a imponerse con su servicio para llegar al 5-5. Sin nuevos golpes de efecto, cada uno mantuvo su saque (Nadal en cero y Djokovic en 15) y llegaron al tie break.
Nole golpeó de entrada con un mini quiebre, pero Rafa contestó con otros dos de la misma moneda. Se mataron a palos desde el fondo de la cancha, en un partidazo que, a esa altura, estaba entre los mejores de los 50 anteriores.
Rafa volvió a tomar una leve ventaja después del cambio de lado y llegó hasta el 5-3, pero el serbio recortó para quedar a tiro de la igualdad con su servicio. Entonces llegó la embestida final del máximo aspirante a número uno en el próximo ranking.
Primero jugó una pelota bien profunda que exigió a Nole, quien dejó la pelota en la red. Y después cerró el primer set con una fantástica devolución de saque: revés a dos mano sobre el fleje, a la izquierda de Djokovic, y a descansar después de una hora y 13 minutos de batalla.
El mano a mano entre Rafa y Nole muestra ahora una ventaja mínima para el serbio, que ganó 26 partidos y perdió 25.
El segundo set encontró a Nadal en ventaja ya en el tercer game, cuando logró quedarse con el servicio del serbio. Y si bien Djokovic plantó una dura lucha hasta el final (el español necesitó 9 minutos y 37 segundos para defender su saque en el octavo game), Rafa impuso su tenis sobre esta superficie para completar una gran victoria ante el tenista que más le ganó.
Nadal sabía que no podía perder este partido si aspiraba a recuperar el número uno este lunes. Pero también sabe que esto no le alcanza y que para volver a la cima deberá repetir el domingo, en la final.
A su vez, Djokovic tenía claro que si no ganaba hoy, el ranking del lunes lo encontraría en su puesto más bajo en más de 11 años. Y como no pudo frente al mejor de todos los tiempos en polvo de ladrillo, el próximo listado de la ATP lo encontrará en el puesto 22.