Si bien la mayoría llegó a la última carrera portando, por derecho propio, la chapa de candidatos, a los campeones de las distintas categorías no les fue sencillo coronar exitosamente su objetivo. Hubo algunos, como Carlos Ortis que pudieron desarrollar una carrera casi perfecta. El ex hockista demostró que el trabajo que realiza a diario para ser cada día más competitivo ha dado sus frutos y logró la victoria en su categoría (A2) no sólo ganando las tres carreras (El Rancho, La Laja y Nikizanga) sino que en esta última redondeó una brillante tarea, que le permitió ubicarse en la cuarta posición de la clasificación general superando no sólo a sus rivales del estamento etario que va de los 35 a 39 años, sino que también anduvo más rápido que biker más jóvenes.
El triunfo de Inés Gutiérrez no fue tan tranquilo como podía esperarse. La joven que viene de ganar Río Pinto, confió que esta Nikizanga fue más difícil. “Se me hizo más dura porque pinché una cubierta cuando iba primera, paré y junto a un ciclista elite, la arreglé, había quedado última y debí remontar. Venía a fondo, hasta que faltando diez kilómetros alcancé a Guzmán (Maria Florencia) que era quien podía sacarme el título y la pasé”, contó la flamante incorporación del equipo nacional Olmo.
Sabido era que a esta “Nikizanga” algunos ciclistas deberían encararla con una calculadora en la cabeza. Miguel Solera, que aventajaba por un punto a Ricardo Agudo (59 a 58) tenía que concentrarse en salir delante de su rival directo. Por ello no le importó mucho que el calingastino Juan Carlos Tapia (partió con 37 puntos) sacara diferencias desde el inicio. Su carrera particular era con Agudo. “Sufrí mucho”, comenzó diciendo “Ligerito” (apodo con el que se lo conoce en el ambiente del ciclismo rutero). “Se me rompió la cadena, apenas pasamos la zona de la Tranquera tuve algunos problemas técnicos y después de perder mucho tiempo debí correr de atrás, por suerte pude llegar delante de Agudo y logré el campeonato”, explicó.
Hay un refrán que afirma que “cada persona es un mundo”, aplicandolo a la prueba de ayer podría decirse que “cada biker tuvo su Nikizanga”. Sino habría que preguntarle a Mauricio Arias quien ayer corrió en categoría Elite y sufrió cuatro pinchaduras, de las que se rehizo y pudo contra viento, marea y las piedras lajas que brotan del suelo de Vallecito llegar en el tercer puesto de la general.
También es para destacar lo de Emanuel Castro. El joven a quien apodan “el niño moto” le peleó de igual a igual la carrera a Berrocal. Esa labor mereció el reconocimiento del campeón elite, quien admitió que debió apoyarse en su mayor experiencia para “colgarlo”.
Historias particulares, pero historias al fin, demuestran que a los que “quisieron celeste” les costó conseguirlo y es por ello que las victorias se disfrutaron mas que otras no sólo por haber ganado “La Nikizanga”.

