Cuando el penal ejecutado por Adrián Galván desairó el vuelo del arquero mendocino Leonardo Márquez decretando la victoria de Unión, explotó Villa Krause. Ese gol, en el noveno tiro de la serie, desató la algarabía contenida en 5.000 almas que no merecían sufrir tanto. Durante los 90 minutos el Azul tuvo todo para definir el pleito y no lo hizo, permitiendo que Andes Talleres, faltando cuatro minutos, le empatara en un gol y lo llevara a la lotería de los penales.

Dentro de un partido intenso, jugado a cara de perro, Unión empezó marcando presencia con Ernesto Fullana parado en el círculo central distribuyendo para Maximiliano Farías que aparecía por derecha o Matías Monassa, por izquierda obligando a que los mendocinos se replegaran contra su área. Y como no se podía entrar, Matías Guerra, primero y Gino Laciar después, probaron de media distancia, desviando sus remates finales.

Sobre los 24 minutos a Monassa le ahogaron el grito de gol, luego de un buen pase de Guerra y un minuto más tarde una pared entre Fullana y Wilfredo Brombale derivó en un centro rasante del mediaguino que fue empujado a la red por Mauro Galleguillo que entró por el segundo palo.

Iban 25 minutos y todo era de Unión. Parecía que la fiesta seria completa, pero el tímido Talleres se adelantó unos metros y, ayudado por la inexplicable ansiedad de Unión que confundió velocidad con vértigo, emparejó el trámite. A los 41 minutos Guerra se perdió el segundo y sobre los 42 Biasotti le sacó un centro shot a Agustín Sanfilippo que se descolgaba sobre su segundo palo.

En el segundo tiempo Unión siguió confundido y peleado con la pelota y Andes Talleres con muy poco, el ingreso de Claudio Silva inclinó la cancha sobre el arco de Biasotti. En ese interín el arquero mendocino Marquez le tapó una media tijera a Galván. Sobre los 25 minutos salió lesionado Ovejero y tres minutos mas tarde Eduardo González, de manera irresponsable (agredió sin pelota a un rival) dejó al equipo con un hombre menos.

Talleres quería y no podía. Unión sólo se defendía. De tanto ir los mendocinos lograron la igualdad con un remate corto de Pablo Victoria, estirando la angustía hasta los penales. Ahí Biasotti se transformó en Superman, sus compañeros estuvieron más precisos que los rivales y Unión logró, sufriendo más de la cuenta, el pasaporte a la siguiente ronda.