Inglaterra, 6 de Julio.- El partido comenzó con un clima de extrema tensión, pronto descargada cuando Murray consiguió mantener el servicio en el game inicial. Y estalló con el quiebre del escocés en el segundo game. Un 2-0 prometedor para el jugador local.
Recién en el cuarto game Jo-Wilfried Tsonga mostró sus primeros destellos de calidad. Cuando acertó sus primeros saques pudo atacar con la derecha y a partir de allí comenzó a ganar confianza. Cuado no acertó, las cosas se le complicaron: apenas ganó el 22% de los puntos en esa situación.
En cambio, Murray no pasó apremios con su servicio y se colocó 5-2, con todo a favor para liquidar el parcial. Lo logró por 6-3, aunque la tendencia del juego era todavía incierta. Sin embargo, se mantuvo firme y puso más distancia en el segundo set, que ganó por 6-4 tras quebrar el saque del francés en el sexto game.
La reacción del gigante galo se produjo en el inicio del tercer parcial. En ese momento, Tsonga consiguió quebrar el servicio de Murray y obtuvo una rápida diferencia de 3-0, su primer momento positivo en todo el juego. A partir de allí, trabajó con mayor confianza, manteniendo a Murray siempre bajo la presión de un ataque sostenido y definiendo con clase en la red. Finalmente, el francés cerró el parcial por 6-3, luego de recibir un pelotazo en los testículos en el game decisivo.
En el cuarto set, Murray despejó los fantasmas de las tres semifinales que había perdido en Wimbledon y logró la victoria por 7-5 en la primera bola de partido que tuvo con el saque de su oponente.
"Estoy tranquilo y excitado al mismo tiempo. Fue muy parejo, sobre todo en los dos últimos sets, en los que ambos tuvimos nuestras chances", destacó el escocés de 25 años. El domingo, Murray tendrá la gran chance de su carrera cuando enfrente a Roger Federer. "Será muy duro, él jugó muy bien como siempre", señaló quien buscará emular al mítico Fred Perry, el último británico que ganó en el All England, en 1938.