Suecia, 29 de octubre.- Los futbolistas del Elfsborg jugaron este domingo su último partido de la Liga de Suecia con camisetas de homenaje a su entrenador, Klas Ingesson, que no pudo acudir por la decaída en su salud. Finalmente, a los 46 años, este miércoles perdió la batalla contra un mieloma múltiple, un cáncer de sangre incurable.

Ingesson, que jugó en el Goteborg, PSV, Bari, Bologna y Marsella, fue parte de la selección sueca que ganó el histórico tercer puesto en el Mundial de Estados Unidos 1994 y había anticipado hace semanas que no seguiría entrenando al equipo al finalizar el torneo por su debilidad física.

El ex mundialista tuvo que recurrir a un andador en los primeros partidos por culpa de la osteoporosis y, luego de varias fracturas, terminó dirigiendo al equipo en silla de ruedas.

Conmovió al fútbol sueco y recibió homenajes espontáneos de las hinchadas rivales. Le detectaron por primera vez el mal en 2008 y hace un año y medio tuvo que ser sometido a un trasplante de células madre.

En abril pasado, Ingesson difundió una carta abierta en la web del club en la que pedía que se dejara de centrar la atención en su enfermedad y se lo juzgara como al resto.

"Física y psíquicamente no hay ningún problema para realizar mi trabajo. Como cualquier otro, debo ser examinado para saber si valgo para este puesto teniendo en cuenta mis conocimientos y mi competencia, no mi estado físico. No hay nada que me impida ejercer mi papel", señalaba con la misma fuerza anímica que lo caracterizó toda su vida de luchador.