En este Argentino, todo es a muerte. Pero nunca tanto como para rozar el límite de la mala intención. En el arranque mismo del partido entre Atenas y Sportivo hubo jugadas descalificadoras que con un arbitraje más severo hubiera terminado en una verdadera raleada en los dos planteles. Rotten abrió el juego de las brusquedades golpeando a Giordano apenas empezó el partido en el área, luego lo siguió Domínguez cometiendo un tonto penal sobre Ceballos. La lista, siguió. Hubo duelos picantes en las dos áreas y parejitas como las de Borches y Bronvale o de Ramón Gómez con Ochoa que dejaron su saldo. Hasta sangre y varios codos levantados que ensuciaron un partido que era intenso pero que rozó con lo artero. Un llamado de atención para que no se repita. Por el bien de todos, y en especial por el fútbol de San Juan que tanto se defiende.