Buenos Aires, 17 de mayo.- Los mejores te dan una oportunidad, y si no la aprovechas, después te liquidan. Y eso le sucedió a Juan Mónaco, que hizo un muy buen papel ante Novak Djokovic, la mejor raqueta del mundo, pero terminó perdiendo en los octavos de final del Masters 1000 de Roma.
Pico lo tuvo a Nole contra las cuerdas en el segundo set, después de haberle ganado el primero, pero no lo noqueó. Le perdonó la vida, y el serbio reaccionó y se llevó un triunfo por el que tuvo que pelear mucho más de loi que había imaginado.
El triunfo de Djokovic fue por 4-6, 6-2 y 6-3 sobre el polvo de ladrillo de Roma.
Mónaco jugó un primer set brillante, mentalmente fuerte, y apostando por tiros ganadores. Arriesgó y complicó los planes de un Djokovic que no se esperaba un partido tan complicado.
El tandilense prácticamente sacó del match a Nole, jugó sintiendo cada pelota, y le ganó el segundo set en seis partidos al número 1 del mundo.
Incluso, comenzó el segundo set de muy buena forma, y quebró el saque del serbio para ponerse 2 a 1 arriba. Pero ahí comenzó otro partido. Pico empezó a errar, como si le hubiera pesado tener a semejante fenómeno al borde del nocaut, y se fue del juego. No supo aprovechar su momento.
Djokovic, sin ser el de siempre, aprovechó para quebrar el servicio del argentino, y luego ganó cinco puntos de manera consecutiva. Pico no tuvo reacción, cometió varios errores no forzados, y la mejor raqueta del circuito se llevó el segundo set con absoluta comodidad.
