La noche del viernes no terminó bien en Desamparados. El esperado partido contra Maipú quedó trunco. Los incidentes faltando tres minutos de los seis que adicionó el árbitro Walker obligaron a la suspensión. Y hay preocupación en Puyuta porque los antecendentes en esta Fase Clasificatoria han sido durísimos con Juventud de San Luis y Central Córdoba pero con una diferencia: en esos partidos hubo heridos. EN San Juan no y eso lo certifica el capitán de Desamparados, Silvio Molina quien estuvo con el juez en el vestuario después del desastre. "La verdad es que era defender lo indefendible. Yo le pedía que lo terminara. Que hiciéramos ese corner y chau. Pero Walker me llamó y me dijo que si caía un petardo más, lo suspendía. No me dieron tiempo ni para ir a calmar a la gente porque cayó otro petardo cerca y ahí lo decidió. Pero ojo, yo vi en la planilla cuando puso que no vio a ningún asistente de Maipú herido ni mucho menos. Ni tampoco sus asistentes. El puso que suspendió el partido por los petardos y que después vio el intercambio de piedras entre las dos hinchadas pero aclarando que nunca estuvo en peligro su integridad. Yo creo que eso no es poco para ver el futuro con buenos ojos", contó Silvio.

La tranquilidad para el capitán puyutano se agiganto también porque contó que en una charla informal con el propio juez, lo tranquilizaron diciéndole que a partir de sus experiencias, todo apuntaba a que lo dieran por terminado con el empate sin goles como resultado.

"Espero que esto termine así. Fue una locura lo que pasó. Ellos venían a no perder y todo les sirvió más allá de que nosotros no hicimos un buen partido. La diferencia de lo que pasó en Sportivo con respecto a lo que pasó en San Luis y en Santiago es que allá si hubieron heridos: un jugador y un arbitro. Pero claro, nosotros tenemos una mochila pesada en el Consejo Federal y puede pasar cualquier cosa. Esperemos que todo termine bien. Sería una pena que arruinemos la campaña con esta situación", cerró esperanzado.