Fue el único que se sacó el casco en el final y en su andar se notaba la amargura del momento. Después, con el correr de los minutos, en su sitio de Facebook, Gonzalo "Chalo" Molina, comentó su satisfacción por haber culminado cuarto en el Mundial, corrido ayer en Nantes, Francia. Es que el sanjuanino estuvo muy cerca de pelear puestos de medalla, una inoportuna caída, la del neocelandés Ian Kennedy, que arrastró al francés Eddy Clerte, obligó a que el argentino, único latinoamericano que disputó la prueba final, debiera frenar su ritmo, sacar la bicicleta y tener que volver a conseguir la velocidad que lo acercara a los puestos de vanguardia.

Desde la quinta posición realizó una persecución tremenda, que le permitió ganar un lugar, aprovechando que el francés Andre Sylvain, se fue en la última curva. A la carrera la ganó el suizo Simon Marquart, quien había sido tercero en la manga semifinal, en la que "Chalo" había culminado cuarto. En esa corrida, ambos, eliminaron al neerlandés Niek Kinmann, campeón mundial y olímpico vigente.

Hace dos semanas, Molina, comentó a DIARIO DE CUYO, que su objetivo primario era correr la final. Lo consiguió. El de "máxima" como dicen los deportistas era ser campeón. Al certamen lo disputaron 69 pilotos. El campeón es solo uno. Ser cuarto, no es poco. Dentro de la valoración, hay que poner sobre la mesa las limitaciones económicas que no permiten a los pilotos argentinos competir con los mejores del mundo con mayor continuidad para adquirir mayor roce internacional.

Países Bajos coronó dos monarcas: Julian Bijsterboch y Lean Brindjonc, en Junior varones y damas. Suiza, otros dos, Marquart (Varones elite) y Malena Sorensen (Sub-23). El francés Leo Garoyan reina en varones Sub-23, y la estadounidense Felicia Stancil, es la reina entre las mujeres elite.