Pasado mañana a las 19 será el debut de un grande del país en la B Nacional, Rosario Central. Lo hará en ese monstruo de cemento llamado Gigante de Arroyito y su primer rival buscando volver a Primera rápidamente es el San Martín de Darío Franco. Un desafío, que tal como sostuvo el DT verdinegro es tanto en lo futbolístico como en lo anímico. Es que se esperan 41.465 hinchas canallas, es decir un estadio repleto, con tanta gente en contra como ninguno otro en la categoría ya que es el más grande. Tres jugadores que estuvieron adentro de la cancha en las dos veces que jugó ahí San Martín, escenario del choque por las Eliminatorias pasadas entre Argentina y Brasil debido al pedido de Diego Maradona, hablaron de su imponencia. De la mística que tiene, tan gigante como su nombre.
"Es el estadio más complicado del interior para jugar. La gente la tenés al lado y encima te gritan todo el partido. Diría que es la Bombonera del interior. Es algo impresionante y hay que estar preparados para soportarlo", contó Luis Tonelotto, autor de los dos goles del verdinegro en el choque de Primera ante el Canalla del 2007 que terminó en caída 3-2. Sobre la fórmula para salir sonriente de ese lugar explicó que "es clave si no te hacen goles en los primeros quince minutos de cada tiempo. Ahí la presión se les vuelve en contra a ellos. Pero sí te marcan rápido, es tremendo llegar a remontarlo".
Otro que fue testigo de ese aliento incesante de los rosarino es el técnico José Suárez, el DT de San Martín en el Nacional 1970 cuando perdió 2-0 con un par de tantos de un emblema Canalla como Aldo Pedro Poy: "La gente de Central es fiel y su aliento no va de la mano con el resultado o el trámite del partido. Ese día era para nosotros toda una novedad jugar con ese marco tan grande. Es un estadio que se mueve cuando gritan todos los hinchas y por eso hay que tener personalidad para sacar adelante un partido así", remarcó Suárez. Una diferencia entre el juego del 1970, el del 2007 y el del sábado, es que en las dos anteriores ocasiones no estuvo a tope, aunque sí en ambos casos con más de 25.000 personas.
Otro que vivió esta experiencia en el paso por Primera fue Ariel Agüero: "Es complicado por la gente, pero no es imposible sacar aunque sea un punto. No hay que olvidarse que Central perdió ahí 3-0 con All Boys, con casi todo el público a su favor, y terminó descendiendo", subrayó el zaguero con todo optimista en la previa de un partido muy complicado, por lo futbolístico y por su entorno.

