Feliz por la enorme victoria. Mientras recibía el abrazo más especial de su pequeño hijo Simón, Mauro Richeze no caía de lo que acababa de conseguir: consagrarse en la 65ta edición de la Doble Difunta Correa. "Mi familia es la gran autora de este triunfo porque siempre me apoyaron, nunca me dejaron solo y aún en el momento en el que uno mismo pierde un poco la confianza, ellos confiaron en mí así que este triunfo va para ellos", valoró el oriundo de Bella Vista.
Mauro tuvo que sufrir más de la cuenta para cantar victoria. Es que sufrió dos pinchazos en el regreso desde Vallecito y tuvo que realizar un desgaste mucho mayor, que no se sintió tanto por el enorme esfuerzo de sus compañeros: "Se me pasaron un millón de cosas por la cabeza porque no sabía si iba a poder enganchar, era un momento crítico de la carrera pero me esperaron Cattapan y Ruiz y pudimos conectar, fue clave el trabajo de mis compañeros", expresó.
También hubo una parte de agradecimiento para su técnico Ernesto Fernández: "El Pollo confió en mi, al final me preguntó si estaba bien le dije que sí, pero no soy egoísta y le dije a los chicos que atacaran y que la última chance iba a ser el sprint y así fue porque hicimos trabajar a los piqueteros y Nico (Tivani) llegó sin piernas y por suerte hice un hermoso sprint y me quedé con el triunfo", valoró. "Las cosas se me están dando, ya estoy casi al tope de la condición física y hoy me puedo llevar una hermosa clásica. Estoy feliz de haber ganado una clásica que todos quieren ganar", expresó.
"Dani". presente
Daniel Moreno, el ciclista español que se retiró en 2018 y que supo correr para el Movistar, también vivió la clásica pero desde el costado del camino. "Si desde afuera se sufrió me imagino cómo se vivió dentro del pelotón", expresó entre risas quien está en San Juan junto a su familia de vacaciones y aprovecha para disfrutar de la bici, ahora desde afuera.