El Barcelona resolvió sin ningún tipo
de problemas su compromiso contra el Roma, al que goleó con
comodidad (6-1), y obtuvo el premio que buscaba, entrar primero de
grupo en los octavos de final, aunque aún le queda por disputar un
partido, frente al Bayer Leverkusen, totalmente irrelevante.

Messi en dos ocasiones, como también Luis Suárez, y sendos goles
de Piqué y Adriano resolvieron un partido sin mucha exigencia ante
un rival que arriesgó mucho en defensa, acabó goleado, pero que
afrontará el último encuentro, contra el Bate, con todas las
opciones de estar en octavos como segundo de grupo.

Fácil partido para un Barcelona que ya desde el arranque se
encontró a un rival que, si bien su técnico había dicho en la previa
que no saldría derrotado, lo pareció por cómo afrontó el encuentro.
Con una defensa muy adelanta y con las líneas juntas, el Roma
pretendió reducir espacios pero sin contar que los balones al
espacio iban a ser letales.

Además, el Barcelona se encontró con todas las comodidades para
fabricar jugadas sin que el rival le sometiese a una presión
asfixiante. Así, sólo tuvo que esperar a que algún balón largo lo
atrapase alguno de los miembros del tridente para poner en marcha el
marcador.

La comodidad con la que jugó el Barcelona le llevó a tener claras
opciones de marcar desde los primeros minutos, como la que tuvo
Messi a los 4 minutos, cuando desde la frontal el argentino se
revolvió bien y lanzó un duro disparo que Szczesny envió a córner.

Tres minutos más tarde, el árbitro anuló un gol legal al
Barcelona, después de que Neymar recibiese de Busquets en posición
correcta y enviase a Messi para que éste marcase.

Antes de los diez minutos, un Messi que regresaba a la
titularidad tras dos meses de baja (jugó en la segunda parte del
clásico el pasado sábado) volvió a disfrutar de una ocasión
inmejorable, pero se escoró demasiado y su disparo salió fuera.
Sólo era cuestión de tiempo para ver el primer gol, que llegó al
cuarto de hora, cuando Neymar rompió la defensa suicida del Roma,
envió en profundidad a Alves, quien habilitó a Suárez para que éste
sólo tuviese que empujar el balón al fondo de las mallas (1-0).

El Barça remató al rival en el minuto 18, cuando, en una pared
entre Suárez y Messi, el argentino picó el balón por encima del meta
polaco para convertir el segundo tanto (2-0).

Sin noticias del Roma en ataque ni en la creación, y menos aún en
el robo y presión al Barça, el equipo azulgrana siguió a la suya,
moviendo el balón, intentando romper en diagonal, en contragolpes o
con esféricos colgados frente a una defensa rival que estaba jugando
a la ruleta rusa contra un equipo en racha.

Al poco de finalizar la primera parte, un rechace de un defensa
del Roma lo recogió Suárez y, de volea, anotó el tercero de la noche
y su segundo particular.

En la segunda parte, Szczesny tuvo que meter dos manos, a disparo
de Messi y Neymar, para evitar el cuarto antes de que se llegase al
minuto 50, en un momento del encuentro en el que el Roma había
mostrado un mínimo retoque en su dibujo, echando la defensa atrás
unos quince metros para no dar tantas ventajas a su rival.

Florenzi, que en la ida marcó un golazo desde el centro del
campo, gozó de una oportunidad inmejorable en un remate al que Ter
Stegen sacó una mano abajo para evitar el tanto del Roma.

Sí tuvo mayor fortuna Piqué, que llevaba tiempo persiguiendo un
tanto, quien recibió un pase de la muerte de Messi y sólo tuvo que
empujar el balón para marcar el 4-0.
En pleno descontrol del Roma, Messi, tras un rechace del portero,
firmó el 5-0.

El Roma sacó algo de coraje cuando, pero sin ninguna convicción,
hasta que en una jugada de Neymar el recién ingresado Salih Uçan le
hizo penalti. El brasileño falló y en el rechace de Szczesny Adriano
conectó un duro disparo que acabó en gol (6-0).

Edin Dzeko también pudo haber marcado de penalti en el 37 de la
segunda parte cuando Vermaelen le hizo falta en el área grande.

Ter
Stegen, igual que Szczesny minutos antes, adivinó el disparo y evitó
el gol del honor del equipo romano, que sí que llegó en la última
acción del partido en un remate certero de cabeza de Dzeko.