Lionel Messi se entrenó ayer por primera vez en su nuevo club, el París Saint Germain, y -como sucedió en todos estos días- se mostró alegre al llegar a la práctica en la cual lo esperaron sus amigos Ángel Di María, Leandro Paredes y Neymar.

Messi llegó en una camioneta negra, con ropa deportiva y un barbijo con los colores del PSG, para comenzar la práctica en el Centro de Entrenamiento de Ooredoo.

El primero que lo recibió en sus oficinas fue el entrenador argentino, Mauricio Pochettino, y a los pocos minutos aparecieron Neymar, Di María, Keylor Navas y Kylian Mbappé, a los que abrazó con un afectuoso saludo.

Lio conversó con todos: desde los más destacados hasta un juvenil de 17 años que debutó el sábado.

Al astro rosarino se lo vio activo en el gimnasio -con ejercicios de bicicleta- en donde charló un largo rato con Sergio Ramos, quien era un "enemigo" en los clásicos entre Real Madrid y Barcelona, cuando ambos lucían la cinta de capitán.

Ya en el campo de juego, el capitán del seleccionado argentino hizo el usual rombo con los conos y también un fútbol-tenis, según difundieron las redes sociales del PSG en sus diferentes plataformas. Messi, al igual que el resto del grupo, se movió en los trabajos de dribbling y definición.

En cuanto a sus nuevos compañeros, por primera vez se manifestó Mbappé en su cuenta de Instagram, donde subió fotos del primer cara a cara con Messi.

"Bienvenido a París, Leo", fue uno de los diferentes posteos de una de las mayores figuras del plantel, que está en la órbita de Real Madrid aunque ahora con Messi en el equipo decidiría quedarse una temporada más para intentar conquistar la "orejona".

 

Tebas quiere tapar el sol con la mano

El presidente de La Liga española, Javier Tebas, afirmó: "La presencia de Messi no es indispensable para el torneo".

La declaración del dirigente tuvo como marco el anuncio del acuerdo de explotación con el fondo inversor CVC, del que no participarán Barcelona, Real Madrid ni Atlhetic Bilbao.

"Al club Barcelona le hubieran correspondido unos 275 millones de euros, que no le venían mal. De ese dinero, unos 40 millones los podía usar para retener a Messi o para invertir en su plantel. Al oponerse a este acuerdo, no recibirá nada", explicó Tebas sobre los 2.100 millones que pagó el fondo inversor.

El dirigente admitió que la salida del capitán del seleccionado argentino "fue un poco traumática", pero insistió en que la Liga de su país no lo extrañará.