Lionel Messi no suele dar largas notas ni referirse con mucha minuciosidad a su vida pero, en la previa del Mundial de Brasil, es entendiblemente el blanco más buscado por todos. En una entrevista con ESPN en inglés, vestido con el uniforme de la Selección, Leo habló de su sueño y afirmó que no ansía el título para ser reconocido como el mejor de la historia: "Me gustaría ser campeón del mundo no para que cambie la manera en que me vean ni para ser un grande, sino para conseguir el objetivo de la Selección y poder sumar una copa del mundo a mi historial de títulos".
Messi también explicó que esa simpleza en la manera de pensar lo ayudó a convertirse en el jugador que hoy es: "Mis ganas de querer superarme, de siempre querer más, ser el primer crítico conmigo mismo y saber cuando hago las cosas bien y cuando no. Lo único que me importa es jugar al fútbol, cuando no me divierta más, lo voy a dejar de hacer. Lo veo muy lejos". Y dijo que desde Sudáfrica 2010 a esta parte "crecí mucho en lo futbolístico, viví muchas cosas buenas y malas crecí como persona y profesional".
Por último, Messi dejó la pelota de lado y se refirió a su vida personal y a cómo cambió desde la llegada de Thiago: "Me hace ver las cosas de otra manera, hoy lo primero es mi hijo, verlo cuando llego a casa es una alegría enorme, me hace olvidar todo lo malo. Cuando termino de jugar al fútbol, vivo como cualquiera con amigos y mi familia".

