El astro argentino Lionel Messi admitió ayer que la inesperada noticia de su salida de Barcelona lo mantiene "bloqueado, con mucha tristeza" y acerca de su futuro adelantó que París Saint Germain "es una posibilidad".

La máxima leyenda del club catalán aseguró que "estaba convencido de que iba a seguir en Barcelona", un deseo que compartía junto a su familia, pero lamentó que no se haya podido concretar "por un tema de Liga". Messi ofreció una conferencia de prensa en el auditorio del Camp Nou al que ingresó quebrado emocionalmente, ante la vista de su esposa Antonela Roccuzzo, sus tres hijos, el presidente Joan Laporta, el plantel profesional y la prensa local e internacional.

"En estos días estuve pensando qué iba a decir y la verdad es que no me sale nada. Estoy bloqueado. Es muy difícil para mí, después de pasar toda mi vida acá, no estaba preparado para esto", dijo Leo, vestido con un elegante traje azul.

"El año pasado, cuando se armó todo el lío del burofax, dije que no quería seguir pero ahora sí quería. Nunca mentí. Estaba convencido de que iba a seguir en Barcelona, que era lo que deseábamos con toda mi familia", aseguró. "Siempre tuvimos en cuenta nuestro bienestar para estar en la ciudad y seguir disfrutando de la vida en Barcelona. Pasé casi toda mi vida acá y hoy me toca irme con mi mujer y mis tres hijos catalanes argentinos. Estoy orgulloso de lo que hice y no tengo dudas de que vamos a volver a esta ciudad, que es nuestra casa, porque así se lo prometí a mis hijos", contó.

"Tuve muchos momentos duros en mi carrera, muchas derrotas, pero este es el más difícil porque no tiene revancha. Es el final en este club y ahora empieza otra historia. Siento mucha tristeza de tener que irme del lugar que amo", confesó.

Messi declaró que de su parte hizo "todo lo posible" para continuar en Cataluña y que lo mismo le garantizaron "Laporta y el club", pero que al final todo se frustró "por un tema de Liga". "Mi contrato nunca fue un problema, lo había bajado al 50 por ciento y estaba todo arreglado. Nadie me pidió nunca más nada. Todos estábamos convencidos de que se iba a arreglar, que no había ningún problema. Después pasó lo que pasó, no se pudo. De mi parte fui muy sincero. Nunca engañé a nadie", reveló.

Con la intención de evitar polémicas, el argentino eludió la pregunta sobre si sentía traición por parte de alguien y aclaró que con Javier Tebas, responsable del torneo español, no tiene "ningún problema".

"No sé bien cómo fue el entramado de todo esto, lo único que sé es que no se pudo hacer por la Liga y la deuda del club. No tengo nada que decirle a Tebas, ningún problema con él", aseguró.

Barcelona comunicó el jueves pasado el alejamiento del astro rosarino por "obstáculos económicos y administrativos" relacionados con la normativa de LaLiga, que le impide inscribir el nuevo contrato de Messi por quedar fuera de los parámetros del fair play financiero.

Messi, de 34 años, cuyo vínculo venció el 30 de junio, tenía un acuerdo de palabra para la extensión pero Barcelona no pudo encajar las cifras del convenio dentro de la normativa impuesta por las autoridades del fútbol español.

Acerca de su futuro, el argentino reconoció que PSG "es una posibilidad" pero aclaró que aún no tiene arreglado "nada con nadie", al tiempo que confesó su deseo de "seguir compitiendo y ganando títulos" en un auditorio que exhibió a un costado todas las copas levantadas con el Barca.

Messi afirmó después que dio todo por Barcelona "desde el primer hasta el último día", agradeció a sus ex y actuales compañeros y también a los hinchas, de los que hubiera querido despedirse de otra manera. "Nunca imaginé que fuera así, hubiera querido hacerlo con la gente en el campo", lamentó. Para el argentino iniciar una nueva etapa deportiva en su carrera es como "empezar de cero" a todo nivel.