El presente contra el futuro. El hoy contra el mañana. El rey contra el heredero. El Mundial de Qatar ofrecerá el domingo en Lusail una final entre celebridades del fútbol, el argentino Lionel Messi y el francés Kylian Mbappé, rivales de una disputa simbólica y compañeros en el París Saint-Germain, club propiedad del emirato árabe. Acaso un cierre perfecto para las autoridades del millonario país del Golfo Pérsico, un clásico generacional entre la figura que ostenta el reinado del fútbol hace más de una década y otra llamada a heredar la centralidad en el deporte de la pelota número 5. Messi, de 35 años, en busca de su primera Copa del Mundo, ante un Mbappé, de 23, que defenderá el título de Rusia 2018 en la tierra natal del poderoso empresario Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG. Messi se incorporó a un plantel que ya contaba con Mbappé y con su amigo Neymar, a quien PSG sumó en 2017 a cambio de 220 millones de euros después de que Arabia Saudita y otros seis países de la región rompieran relaciones con el emirato bajo la acusación de proteger al terrorismo.

La final los verá enfrentados por cuarta vez. La primera en Rusia y una serie de la Champions 20/21.

La tensión entre ambas figuras se convirtió en un tema de agenda durante el primer año de Messi en París. ‘Kylian está muy feliz con la llegada de Leo. Él también ayudará. Algunos medios buscan problemas pero no hay problemas’, respondió el presidente a poco del arribo del argentino. El bajo rendimiento del equipo y el fracaso en la Liga de Campeones de Europa generaron rumores de la partida de Mbappé al Real Madrid, un pase que estuvo muy cerca de concretarse pero que fue abortado por presiones de Qatar y una millonaria propuesta de renovación. En la segunda temporada que comparten, ahora bajo dirección técnica de Christophe Galtier, Messi y Mbappé demuestran un mejor entendimiento en el campo de juego. El francés es el mayor anotador de la Ligue 1 con 12 tantos y el argentino, el principal asistidor con 10. En la Champions esperan el cruce de octavos de final ante Bayern Múnich de Alemania, que se producirán en febrero del año próximo. Messi en el día de su último partido por la Copa del Mundo marcará un nuevo récord de presencias (26).