Si uno se pregunta ¿qué es el fútbol?, las respuestas pueden ser muchas: Alegría. Amargura. Goles. Pasión. Polémica. Belleza. Ingenio. Todas esas definiciones se resumen en cinco letras: Messi.
Y ¿por qué el atrevimiento de conjugar todo en el apellido del joven jugador nacido hace 24 años en Rosario? Porque ayer por tercer año consecutivo fue reconocido como el mejor jugador del mundo y recibió el balón de oro que otorga la FIFA.
Pero además porque, al igual que lo fueron grandes de su deporte y de otras disciplinas en su momento, donde va desata idolatrías masivas. Lo hizo con la camiseta del Barcelona en Japón cuando fue a jugar la Copa Mundial de Clubes y varios miles de japoneses morían por sacarle una foto con sus celulares de alta gama.
Y también lo hizo, en Colombia, cuando fue a jugar con la Selección Argentina por las Eliminatorias. Miles de colombianos se rindieron ante la magia que emana su pequeña figura, esa que se mueve a sus anchas cualquier cancha y tiene con la pelota un idilio eterno.
El “Fifa World Player” surge de una votación de técnicos y capitanes de selecciones nacionales.
Messi, con su tercera corona, igualó a Johan Cruyff (1971, 73 y 74), al francés Michel Platini (1982, 83 y 84) y al holandés Marco Van Basten (1988, 89 y 92).
Ahora bien, vamos relacionando las definiciones de fútbol con Messi. Es alegría porque cada genialidad suya genera, al menos, una sonrisa de aprobación. También es amargura. Verlo llorar cuando Argentina fue eliminado en la pasada Copa América jugando como local lo dice todo.
El fútbol es goles. Messi hizo 53 y Barcelona ganó la Liga de España, la Supercopa de ese país, la Liga de Campeones de Europa, Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes.
Su rendimiento futbolístico genera pasión y polémica. Es blanco de la controversia de ¿por qué juega tanto en el Barça y tan poco en la Selección? Algo que no es tan así, pero que apabulla la mentalidad de los argentinos.
La belleza y el ingenio han quedado grabados en las imágenes de sus goles, muchos de ellos sencillos y simples. Varios espectaculares, no por la potencia, sí por la repentización y habilidad, como el que durante esta temporada le metió al Chelsea, haciéndole un “sombrerito” al arquero,
Por todo esto, decir Messi, es sinónimo de fútbol.

