El regreso a la línea de 4 en el fondo sirvió para ganar por primera vez en el año. En el plantel puyutano, las aguas se dividen entre los que piensan que pasó más que nada por una cuestión de mentalidad, mientras que otros le apuntan a una sensible mejora desde lo táctico. El tema quedó planteado así y para lo que se viene, respetar el formato de los cuatro defensores parece vital. Después de tres fechas sin triunfos y con apenas 1 punto ganado sobre 9 jugados, el choque contra Belgrano en San Francisco era clave para enderezar el presente y marcar el futuro. Así fue nomás porque Desamparados se sacó de encima la mufa. Para el ex-capitán y arquero de Sportivo, Diego Aguiar, el cambio de formato en defensa sirvió más que nada para tranquilizar los ánimos porque desde lo futbolístico, la cosa pasó por otro lado. Mientras que en el otro polo, el artillero Cristian Pérez admitió sin reparos que jugar con 4 defensores es el mejor formato porque asegura solidez táctica y permite ir para adelante sin temores a la contra.

"Creo que era clave ganar para calmar toda la ansiedad que estaba ganando el ambiente en Sportivo. Con línea de tres no habíamos hecho mal las cosas. El único partido que realmente jugamos mal fue contra Racing en Córdoba. Pero contra Talleres y contra Alumni creo que merecimos más de lo que realmente conseguimos. Jugar con 3 atrás te lleva a arriesgar mucho más y eso tiene sus consecuencias. Nosotros creamos las situaciones que generamos a partir de ese modelo pero no convertimos y eso, al final nos pasó la factura. Pero creo que no cambiamos tanto con la línea de 4. Sirvió más que nada para tranquilizar a todos, por una cuestión mental y anímica diría", analizó Aguiar poco antes del comienzo de la práctica de la semana que desembocará en el próximo domingo, a las 21, cuando reciban a Deportivo Maipú en el inicio de la última rueda de esta fase clasificatoria.

El jachallero Crisitian Pérez tuvo otra óptica para analizar lo que pasó y lo que se viene en Desamparados a partir de reimplementar la línea de 4 en el fondo: "Es absolutamente distinto jugar con cuatro atrás. Por ahí con tres, había más generación de juego de tres cuarto para adelante pero se reducía el margen de error al mínimo y como no se convertía, en cada respuesta del rival, se sufría más de la cuenta y la pagábamos muy caro. Es cierto, hicimos los méritos y las opciones se generaron pero no convertimos las que se se presentaron. Ahora, con cuatro, sabemos que atrás estamos siempre bien parados, que no te van a sorprender y que podemos lograr soltarnos arriba para hacer la diferencia. Para mí no es tanto mental el cambio sino que pasa por lo táctico".