Juan Melivillo se puso el traje de héroe para la Municipalidad de Pocito y se terminó adueñando de la 81ra edición de la clásica “Mendoza-San Juan”, que le dio continuidad a la temporada sanjuanina de ruta. La prueba organizada por el Club Ciclista Independiente, que estuvo en aprietes en la semana y que estuvo a punto de suspenderse, finalmente se disputó ayer y no tocó suelo mendocino. La última clásica del año tuvo como único dueño al rionegrino que gritó por primera vez en la temporada sanjuanina, mientras que detrás finalizaron a 2m06s Emiliano Ibarra (SEP) y Andrey Sartasov (Mardan).
La carrera partió desde el estadio “Aldo Cantoni” y se dirigió rumbo al Sur con destino a Mendoza. En ese largo tirón de ida hubo muchos intentos por querer armar la fuga pero fue en vano. El pelotón viajó compacto y sólo los que pudieron sacar metros de ventaja se fueron repartiendo las distintas pasadas especiales, que significaron una motivación para los ciclistas que sumaron unos pesos a sus bolsillos. Ese viaje hasta el control de San Carlos, donde se giró en “U” y se retornó, fue monótono, sin variantes. Pero ya en el regreso, con viento a favor, se armó la carrera. El pelotón se desintegró y los ataques se hicieron constantes, en un momento el pibe Facundo Cattapan (Mun.de Rawson) viajó solo al frente de la clásica pero sus minutos de protagonismo se terminaron cuando llegaron a “Tres Esquinas”. Allí el pelotón estaba dividido en cinco grupos. Recién en “El Cerrillo”, Juan Melivillo pegó el palo y partió buscando escribir su propia hazaña. Atrás, un grupo integrado por Sartasov y Leo Rodríguez (Mardan), Daniel Zamora (Ag.Virgen de Fátima), Gonzalo Najar y Emiliano Ibarra (SEP) lo perseguían, pero viendo que la diferencia ya llegaba a más de 2 minutos, Sartasov e Ibarra se desprendieron de sus compañeros de fuga y fueron con el fin de neutralizar al puntero pero por más que ponían todo de sí, arriba Melivillo iba firme y no daba brazo a torcer. Y con eso la ventaja se seguía estirando. En un momento, llegó a sacarle hasta 3m35s al tercer grupo.
Cuando ya pasaron calle 14, quienes seguían la carrera se imaginaban que esa diferencia, por el empeño que le ponían el “Ruso” e Ibarra atrás, podía llegar a acortarse y llegar a la neutralización, pero nada de eso ocurrió. Y el “Indio” ya comenzaba a imaginarse el final para la hazaña que había comenzado en el Cerrillo. Las ganas del rionegrino no cesaron nunca y llegó en soledad a la línea de meta, poniendole el mejor broche de oro a su propia historia. Fue el mejor premio al sacrificio de ese hombre que ayer se vistió de héroe para el conjunto pocitano.
Con el triunfo de Melivillo, Pocito suma 5 triunfos en la temporada. La AVF lidera con 6, mientras que el SEP tiene 4 en su haber.
“Se nos tenía que dar”
Juan Melivillo no podía contener su emoción. Y no es para menos. Se adueñó de la clásica Mendoza-San Juan que ayer celebró la 81ra edición. “Estoy muy feliz porque es una victoria especial. Es una clásica, no es poca cosa”, abrió el “Indio”, quien dejó su Ingeniero Jacobacci natal para buscar triunfar en el deporte que ama. Y encontró siempre resguardo en cada temporada en San Juan, donde el ciclismo se vive a lo grande. Este año se sumó a la Municipalidad de Pocito y ayer se despachó en halagos para sus compañeros. “Hemos venido trabajando a conciencia, veníamos haciendo bien las cosas y sabía que en algún momento se nos tenía que dar. El equipo confió en mí y ahora les puedo regalar este triunfo”, apuntó el rionegrino.
Sobre como planificó su propia hazaña, Juan lo graficó: “Se podía dar por embalaje masivo pero también teníamos en claro que si se daba un corte podíamos llegar en solitario. Pasando el Cerrillo aceleré y me fui. Sabía que había hecho una buena diferencia y si mantenía el ritmo se me iba a dar, apreté porque tenía fuerzas y por suerte se me dio”, expresó.
A la hora de pasar la línea de meta, apretó el puño y sonrió. Consultado sobre qué imágenes se le pasaron por la cabeza, el ciclista del conjunto pocitano contó: “Este triunfo es para Sebastián, un amigo que me apoyó siempre y al que hoy no lo tengo conmigo, él me dio fuerzas en esta carrera”.