Son las dos incorporaciones más importantes que sumó el plantel xeneize, y anoche hicieron su presentación oficial, ante su gente. Fueron el chileno Gary Medel y Federico Insúa. El primero demostrando la garra que se le pide a cualquier volante central que se calza la azul y oro; y el "Pocho", en su vuelta al club, aportó su habilidad y la capacidad para abrir la cancha.
En el inicio mismo del partido ante Vélez, ambos estuvieron un tanto dubitativos y buscando su posición dentro de un equipo que mantiene la base del torneo pasado. Recién sobre los 20 minutos, Medel mostró su chapa de batallador y que lo caracteriza en un doble cruce en el centro de la cancha, donde fue al piso y se ganó el aplauso de la 12.
Lo mejor de su juego se vio cuando se acopló en el medio con Sebastián Battaglia, entre los dos le quitaron la pelota a la visita, anularon el ida y vuelta de Maxi Moralez y resultaron una muralla imposible de vulnerar. En total jugó 60 minutos y fue reemplazado por Rosada.
Mientras que el otro "nuevo", Insúa, aprovechó su panorama y se recostó por ambos costados para ser salida, abrir la cancha y explotar los espacios que Vélez dejaba descubiertos. Incluso se animó y probó con su remate desde media distancia, y sobre el final se perdió el tanto del triunfo cuando dentro del área le quedó para la derecha (su pierna menos hábil). Está claro que el Pocho al no ser el conductor, lo es Román Riquelme, debió estar supeditado y expectante a lo que dejó librado Riquelme. Ayer, por momentos fueron los socios ideales y demostraron estar a la altura de la mística y lo que pretende Boca.

