La historia venía mal desde el principio con el punta francés Moreau. Ya en el primer set había tenido un cruce con García, que tuvo como derivación el enojo con el ocho visitante por parte del calmo Spajic. En el tercer set discutió nuevamente con García, pero lo más picante llegó en el cuarto. Después de un punto de bloqueo de Arroyo, el argentino le gritó el punto en la cara al galo y entonces todo se fue de las manos. Moreau se sacó y quiso hacer justicia por mano propia cruzándose por debajo de la red para buscar al número uno de Argentina. Todo quedó en eso por la intervención veloz de los colaboradores de ambos seleccionados. Paradójicamente ese cortocircuito en el partido benefició a los dirigidos por Weber. ¿El motivo? Moreau se fue del partido en su concentración y hasta fue reemplazado por su entrenador para que se calmara. Moreau también tuvo un duelo particular con la gente. Festejó cada punto a pleno, aunque debió soportar los cánticos de rigor cargándolo cuando falló algún saque. "Burro, burro", atronó en el Cantoni justamente al dejar un servicio suyo en la red. Con la victoria Argentina consumada llegó el momento del saludo por parte de los combinados y tanto argentinos como franceses, incluído Moreau, dejaron sus rispideces de lado.
