El capitán de River Plate Matías Almeyda negó que su lesión tuviera que ver con el cansancio, y dijo que piensa volver antes de que termine este torneo Apertura, pero si eso no sucede propuso que "directamente" le hagan "el partido de despedida". Cuando hace un año regresó al fútbol grande muchos allegados le dijeron que era "una locura", un manotazo de ahogado de River para tratar de salir de una situación complicada, convocando a un hombre con gran aceptación en la gente y con mucho para dar todavía.
Pero ahora la lesión ante Quilmes lo dejará fuera de las canchas (según los primeros estudios no hay rotura de ligamentos externos sino un desgarro) por lo menos un mes, pero el "Pelado" es optimista en que a lo mejor se puedan acelerar los tiempos.
El volante se mostró feliz por evitar una operación. "La verdad es que recé para que no me tocara pasar por el quirófano, porque tengo muchas ganas de jugar el superclásico con Boca".

