Hay un pensamiento que dice: “El secreto del éxito no es vencer siempre, sino no darse por vencido jamás”. Y esa es la realidad de este UPCN que parecía estar nocaut ante el poderoso Al-Rayyan de Qatar y que, en base a garra, corazón, amor propio y también juego propio brillante, reaccionó en la mismísima recta final y ganó el tie break. No sólo le sirvió para ganar el partido por 3-2 al equipo qatarí lleno de estrellas sino que con eso logró la ansiada clasificación a semifinales del Campeonato Mundial de Clubes de Vóleibol junto con el Al-Rayyan en la zona B.
Sin más vueltas, UPCN está entre los mejores cuatro equipos del mundo. Y no es casualidad, porque en el Mundial pasado llegó hasta aquí mismo. Entonces el sueño de mejorar lo hecho en la edición anterior (terminaron cuartos) todavía sigue vivo. Hoy será otro partido terrible. El más difícil de todos, porque el Belgorie Belgorod de Rusia, el campeón de Europa, es hasta ahora el mejor de todo el torneo superando incluso 3-1 al local y campeón del Mundo, el Sada Cruzeiro. El choque será desde las 17.30 (por Telesol) y, ganarles, directamente será una proeza sin antecedentes.
Ayer, la victoria sobre el Al-Rayyan fue prácticamente una hazaña. Porque después de haber ganando los dos primeros sets en forma concluyente, el equipo que dirige Fabián Armoa cayó en un pozo que parecía no tener escapatoria, cayendo de manera concluyente en los dos parciales siguientes. Recién en la recta final del tie break, mostró su categoría y terminó cerrando la historia con un 15-11.
Ayer muchas cosas mejoraron para que UPCN le juegue de esa manera a los qataríes. Empezando, Junior demostró estar recuperado mentalmente del día anterior y contuvo siempre al peligroso cubano Simon. La recepción (vía Filardi y Garrocq) mejoró de manera notable. Olteanu y Theo se hicieron sentir por los costados (especialmente en los dos primeros set). Y Junior tuvo un compañero de lujo por el centro: Martín Ramos. Entonces UPCN se hizo una fuerza homogénea que borró de la cancha a su rival en los dos primeros parciales. De pronto, cuando la historia parecía inclinarse para el 3-0 para el sanjuanino, todo cambió. Jugado por jugado, el Al-Rayyan no sólo creció en volumen de juego sino que UPCN se fue cayendo. Consecuencia: 2 a 2 en sets. Y al quinto. Ese tie break en el que apareció la estirpe de este grupo. Es muy difícil hacerlo en un momento así y UPCN lo logró. Hoy será otra historia, pero ya está metido entre los 4 mejores.

