Boca y River protagonizarán hoy el primer superclásico del año, en Mar del Plata, y como pocas veces en el verano en este encuentro habrá muchas cosas en juego, hasta la posible continuidad de un entrenador, porque una derrota podría provocar la salida de Alfio Basile.

El partido, que comenzará 22.10, se jugará en el estadio mundialista José María Minella, con arbitraje de Héctor Baldassi.

Este será el primer superclásico del año, por la Copa Desafío-Macro 2010, mientras que en Mendoza, cuatro días después, se jugará la Copa Revancha-Macro 2010.

Los superclásicos nunca pasan desapercibidos, por más que sean partidos de verano, pero este es especial, sobre todo por el momento de Boca, aunque el presente de River sea tan triste como el del equipo de la ribera.

El problema de Boca es que muchos quieren ver a Basile afuera y lo mismo con Carlos Bianchi, el manager del club.

En "off" los dirigentes apoyaron a Basile, pero sólo el vicepresidente Juan Carlos Crespi lo hizo públicamente y dio a entender que los demás deberían hacer lo mismo, pero nadie le hizo caso.

Por todo lo que se juega, el técnico de Boca decidió poner lo mejor que tiene ante River, con el regreso de Juan Román Riquelme al equipo titular. Además, jugará desde el inicio Martín Palermo (quien no estará en el choque de Mendoza porque fue convocado a la selección junto a Gaitán, Monzón e Insúa) y Basile cambió casi toda la defensa que perdió el sábado pasado con Estudiantes de La Plata por 4-1.

Tan importante para la continuidad de Basile es este partido que el técnico decidió que los trabajos en Tandil dejen ser físicos, para priorizar la pelota, liberar a los futbolistas de las cargas, y así estar más sueltos en Mar del Plata.

Por el lado de River las cosas no están mejor ni mucho menos. Los dirigidos por Leonardo Astrada perdieron en sus dos presentaciones de verano, aunque tienen la salvedad de que jugaron suplentes ante Racing e Independiente.

Pero para este superclásico, como Basile, el técnico de River pondrá en cancha lo mejor que tiene, pero se le cayeron a último momento Marcelo Gallardo, Ariel Ortega y Gustavo Cabral, todos por diferentes dolencias.

Estas bajas obligaron a Astrada a cambiar el esquema, porque si hubiera sido de la partida Gallardo y Ortega iría con un enganche y dos puntas y ahora apelará al doble cinco.

Entonces, está todo listo para que se juegue el primer superclásico del año, que puede ser determinante para los dos, por más que no defina nada y que sea un encuentro amistoso.