La historia la escriben los que se arriesgan. Los que deciden su futuro sin medir temores y poner excusas. Así, solamente así, se entra en la historia y para el Atlético San Martín el 30 de agosto de 2023 entró en la galería de las fechas inolvidables de su existencia. Tanto como aquel ascenso del 2007, la goleada a Boca del 2013 o los ascensos de 1991 y 1995, este miércoles en Córdoba, San Martín escribió con letras mayúsculas una página que lo metió entre los 8 mejores del torneo más federal de Argentina.
Fue como debía ser: ganando en los 90′, eliminando a uno de Primera División. Sin pretextos, sin reclamos. Clasificó venciendo por 1-0 a Argentinos Juniors, uno de los que mejor venía jugando en el país. Ahora, el futuro será contra San Lorenzo y tal vez, en el estadio de Belgrano, donde ya eliminó a Vélez y a Argentinos, dos de Primera División. Lo aguantó bien en el primer tiempo, con un esquema ordenado en la defensa, con mucha entrega para quitarle espacios al juego del Bichito. No pasó sobresaltos, no se angustió nunca y Monllor tuvo poco trabajo, resolviendo lo que le tiraron. Pero en el complemento, San Martín decidió ir por todo. El cambio de Arturia por Regalado le dio otra fisonomía a la propuesta sanjuanina y empezó otro partido. Ya le había dejado clarito a Argentinos que lo podía lastimar. Se abrieron espacios y estuvo a un paso de abrir el marcador antes de los 20′ con una doble tapada de Alexis Arias primero a Donato y en el rebote a Pelaitay. Se desnudaron todas las inseguridades en Argentinos y el partido se hizo abierto. Monasterio metió cambios, refrescó piernas y empezó a coquetear con la historia. Y claro, a los 43′ llegó el momento. La armaron de derecha a la izquierda, llegó el pase exacto para que Alexis Vega midiera con precisión y tiempo su definición. El gol era realidad. La clasificación, también. Ganando como debía ser, en los 90′ y sin pretextos. Haciendo historia en Córdoba y agrandando esa linda ilusión del Pueblo Viejo.
LA GENTE
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Esa pasión, puede todo. Fin de mes, inflación, día miércoles. Todo junto como para pensarla antes de hacer esos 610 kilómetros hasta Córdoba para estar ahí, presentes. Firmes e ilusionados con esos colores que siempre conmueven. Y San Martín los tuvo ahí, haciendo el aguante, vistiendo una de las cabeceras de verde y negro con la Banda del Pueblo Viejo como estandarte insigne. Alentaron, sufrieron, deliraron. Era todo junto, por esos colores. Y el premio fue la clasificación, el pase al selecto grupo de los 8 mejores de la Copa Argentina. Y su gente, estuvo ahí. Se viene ahora la otra gran apuesta. La Primera Nacional y el soñado regreso a Primera División tendrá a esa misma gente, a su gente, apoyando a San Martín en el partido del domingo contra San Telmo. Como siempre pero hoy con otro tono: el de las ilusiones. Córdoba vio en vivo latir el corazón Verdinegro. San Martín pasó como tenía que ser. En los 90′ sin penales ni nada raro.