Buenos Aires, 17 de septiembre.- "Fue ridículo lo que hice. Venía manejando todo bien. Bien. Pero me relajé y la cagué. No me confié, no fue que dije: "Ya te tengo…" En un momento tuve este movimiento, así (se para, gira y muestra la cara) y dije: "Uy, la cagué". Y pum, me comí la mano, me quedé parado para que me pegue. Y cuando caigo, digo: "La puta madre". Me levanté, estaba consciente, lo veía a él… Pero no tenía estabilidad en las piernas".

Así, con un relato que no hace más que encarnar de manera fiel el sentimiento suyo pero también de la multiutud de espectadores que siguieron la pelea, Sergio Maravilla Martínez contó lo sucedido en el último asalto de la pelea que dominaba ante Chávez Junior pero que estuvo a punto de perder en el último round.

En declaraciones al diario La Nación, "Maravilla" prosiguió: "Yo quería ir a pegarle. Digo: "Mato o muero". Pero después del mato o muero, vi que no tenía estabilidad y dije: "Muero". Me entró la duda de salir-entrar-salir-entrar-lejos-cerca… Me pegó en el oído por eso no escucho bien. No escucho casi nada ahora. Claro que uno tiene conciencia de lo que pasa en esos momentos. También me dije al levantarme: "Este pibe no me va a llevar por delante".

El boxeador argentino reconoció que estaba conmocionado tras el golpe en el último asalto que lo dejó en la lona y que esa situación se agravó por una lesión en la mano izquierda y en una de sus rodillas, pero aseguró que tenía la convicción de ganar.

"El mexicano fue guapo, me dolían las manos de tanto pegarle", dijo y, entre la emoción por lo sucedido y la excitación por lo que vendrá, aseguró haber captado el inmenso interés que se generó con su presentación: "Fue una experiencia única. Nunca nadie tuvo este acompañamiento. Superó todas mis expectativas".