La vida decidió jugarle cruel a Marcos. Con 16 años, promisorio futuro en el fútbol y con la camiseta de sus amores como lo es el club Atlético Maurín de Caucete, lo que era una travesura de chicos terminó en tragedia porque la caída desde ese árbol lo dejó paralítico, postrado en una silla de ruedas y con toda la amargura encima. Se cortó la secundaria en la Normal caucetera, la proyección a Primera División en Maurín donde ya con 15 años había jugado en Reserva y desde hace 7 años, Marcos cambió de vida. Futbolero a muerte, hincha de Maurín y de Boca Juniors a rabiar, Marcos no se pierde partido.
Va a las canchas de la Liga Caucetera y este pasado fin de semana, vivió una situación más que singular porque de propias manos del presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia, recibió una camiseta de la Aelección argentina firmada por los jugadores de Sampaoli. Una sorpresa que no se esperaba y que lo conmovió. Pero claro, la historia de Marcos que vive en el mismo club Maurín donde sus padres son los caseros, necesita de mucho más que una camiseta y el pedido de una casa con adaptaciones especiales para su discapacidad espera una respuesta inmediata y Marcos, mientras tanto espera y disfruta de fútbol, sea donde sea.