Buenos Aires, 16 de abril.- La definición de los descensos de la Primera División en el fútbol argentino siempre causan polémica, más aún cuando un equipo importante está involucrado como sucede este torneo con Independiente, en cuyo derredor se ha generado un clima de dudas a partir de que los nombres de Julio Grondona y de Guillermo Marconi quedaran involucrados en la elección de Miguel Brindisi como técnico y también de las designaciones arbitrales.
A partir de que se hiciera público que Guillermo Marconi, titular del SADRA (Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina), convenciera a Brindisi de hacerse cargo del "Rojo" en el momento más complejo de su historia, charla previa con el titular de la AFA, los demás equipos involucrados en la pelea por el descenso pusieron el grito en el cielo.
Marconi quiso disuadir la polémica cuando expuso que con los árbitros de su sindicato, Independiente sumó apenas cinco de los 18 puntos que disputó, y quiso darle más respaldo aún a su exposición cuando destacó que le pidió a Grondona que ninguno de sus dirigidos sea designado para partidos del club de Avellaneda.
Dos de ellos, sin embargo, estarán en encuentros de rivales directos del "Rojo": Pablo Díaz estará el sábado en All Boys ante San Martín, y a continuación Silvio Trucco dirigirá Quilmes-Estudiantes.
Las suspicacias que se generan en torno a posibles perjuicios de los árbitros del SADRA a los rivales directos de Independiente por ser Marconi, su titular, reconocido hincha del "Rojo", está en llamas, y la lupa sobre los partidos que definen la lucha de abajo será sin duda el foco principal de los partidos que por esa zona se jueguen desde aquí hasta el final del torneo.
