Diego Maradona fue recibido en el Coloso como un verdadero héroe en la previa del partido entre Newell´s y Gimnasia. En medio de una ensordecedora ovación, le obsequiaron un cuadro, descubrieron un mural y Maximiliano Rodríguez le regaló la cinta de capitán.
Luego del homenaje, el entrenador del Lobo tomó un micrófono y entre lágrimas afirmó: “Estuve hablando con la gente del club y algún día nos veremos. No hablo por hablar. No quiero poner calientes a los de enfrente. Soy leproso y a mí no me compra nadie. Gracias por este amor. Voy a volver".
Su mensaje fue replicado por los parlantes del estadio y las palabras llegaron a cada uno de los presentes que colmaron el estadio de Newell´s. El público deliró con cada palabra de Maradona: lo aclamaron en varias oportunidades, lo aplaudieron como a nadie y hasta hubo cánticos contra Rosario Central.
Para que el DT pudiera apreciar el partido, le prepararon un trono: con los colores de la Lepra, el cómodo asiento designado al visitante ilustre se encontraba apartado del banco de los suplentes y le otorgaba al Diez una impronta monárquica.
Maradona firmó el cuero del respaldo antes de comenzar a disfrutarlo y, según trascendió, el valioso objeto luego será subastado.

