Diego Armando Maradona fue trasladado desde el Sanatorio Ipensa de La Plata a la Clínica Olivos, donde este martes es operado por un hematoma subdural que le fue detectado más temprano.
El director técnico de Gimnasia se encuentra acompañado por su médico personal, Leopoldo Luque, quien está a cargo de la cirugía prevista para esta noche.
El traslado del Diez comenzó a las 18 a bordo de una ambulancia de medicina privada, la cual fue escoltada por varios móviles policiales -entre patrulleros y motos- hasta el centro de salud de Olivos, al que llegó pasadas las 19.
Anteriormente, decenas de hinchas de Gimnasia y admiradores del exfutbolista se dieron cita en la puerta del centro de salud de La Plata, donde esperaron para vitorear a Maradona al momento de su partida.
Asimismo, fueron miles los usuarios que le expresaron su apoyo al Diez en las redes sociales bajo el hashtag #FuerzaDiego.
A la campaña también se sumaron los dos clubes que signaron la historia de futbolística de Maradona: La Società Sportiva Calcio Napoli y el Club Atlético Boca Juniors.
La derivación del exfutbolista se decidió en las últimas horas, mientras permanecía internado en el Sanatorio Ipensa, donde había ingresado el lunes por la tarde. Fue allí se le hicieron una serie de exámenes médicos, entre ellos, una tomografía computarizada, que detectó la presencia de la patología.
“Diego está lúcido, comprende, está de acuerdo con la intervención. Está muy tranquilo. Es una hematoma subdural, es una cirugía de rutina”, explicó su médico personal en declaraciones a los medios.
Qué es un hematoma subdural
Se trata de una colección de sangre acumulada entre la cubierta del cerebro, conocida como “duramadre”, y el cerebro, propiamente dicho. Esta condición podría derivar, por ejemplo, en convulsiones o epilepsia.
En el espacio subdural donde se origina el coágulo, hay conjuntos de arterias y venas. Puede suceder que se rompa una de ellas y la sangre se junte en esa zona. Esa misma colección puede reunir aún más sangre y aumentar el volumen del coágulo que encima puede volver a sangrar si es crónico. De esa forma, la patología se reagudiza.
“Dentro de las patologías neuroquirúrgicas es la más benigna. La morbilidad podría aumentar si el paciente tiene otras enfermedades de base”, explicó a Con Bienestar el neurocirujano Pedro Lylyk (M.N. 44.976), director médico de la Clínica Sagrada Familia.
Según se informó, este tipo de lesiones pueden producirse por trauma o una contusión en la cabeza. También por diversos problemas en la coagulación de la sangre. Los síntomas más recurrentes son dolores de cabeza, náuseas, vómitos, mareos, desmayos, confusión, problemas de dicción, debilidad muscular, dificultad para tragar, somnolencia y alteraciones en la memoria.
Se detecta a través de una tomografía computada o también por resonancia magnética, un procedimiento más extenso que demora entre 15 y 20 minutos.