En Bielorrusia lo presentaron con bombos y platillos. Si hasta se lo vio subido a un vehículo militar polifuncional de 2,6 metros de altura. Tampoco la mansión de 20 millones de dólares que lo albergaría en Minsk alcanza para retenerlo. Con una aventura fugaz en la ex república de la Unión Soviética, Diego Maradona está a un paso de abandonar la supuesta presidencia del Dinamo Brest para volver a dirigir en este lado del mundo: lo haría en Dorados de Sinaloa.
Maradona no había firmado en Bielorrusia un contrato, sino un precontrato hasta junio del 2021. Su abogado, Matías Morla, hará la gestión para terminar el vínculo en buenos términos. Desde aquella presentación bulliciosa a mitad de julio pasado, Diego no volvió a pisar Bielorrusia y sólo se llevó un anillo de diamantes que le regalaron.
Dorados es un equipo del ascenso mexicano en el que jugó Pep Guardiola y que no pasa por un buen presente: suma solo tres unidades en seis jornadas en el campeonato. El conjunto del "Gran Pez" (como le dicen por su escudo) es el de mayor afición en Culiacán y se quedó sin DT por la salida de Paco Ramírez.
Según indicó el diario local Noroeste, el club fue fundado en 2003 y cuenta con seis torneos en Primera División. Pertenece al Grupo Caliente, que también es propietario de los Xolos de Tijuana. Hay dos argentinos en el plantel: el arquero Gaspar Servio (ex Banfield y River) y el atacante Jorge Córdoba (ex Gimnasia, entre otros).
Sinaloa saltó de forma indeseable a la fama mundial. Su celebridad se extendió debido al Cártel de Sinaloa, también conocido como Cártel del Pacífico, una organización que controla gran parte del territorio dedicada al narcotráfico. Durante años fue manejada por Joaquín El Chapo Guzmán, hoy encarcelado y extraditado a los Estados Unidos.