Son de esos elegidos, los diferentes, los que hacen historia, los que se convierten en el leyenda. Y anoche Emanuel Ginóbili, a sus 45 años, le agregó otro capítulo de gloria a su vida al acceder al destacado Naismith Memorial Basketball Hall of Fame en Springfield, en Estados Unidos, en una emotiva ceremonia en la que estuvo acompañado por su familia y otras leyendas vivientes de la NBA.
Desde ayer, el nombre de Manu acompaña al de otros como Michael Jordan, Magic Johnson, Larry Bird o Bill Russell, que hicieron historia en el básquetbol. Ganador de cuatro anillos de la NBA y de una medalla de oro en los Juegos Olímpicos, Ginóbili se convirtió en el primer argentino en ingresar al Salón de la Fama del básquet. En su primer año de elegibilidad y luego de competir con 50 candidatos, el bahiense pasó por tres filtros y lo hizo de manera holgada tras la elección de un comité de expertos, que lo seleccionó por encima de otros postulantes. La jornada del viernes de Manu también fue más que emotiva ya que sus propios tres hijos varones (Luca, Dante y Nicola) le colocaron el saco naranja que lo erige como integrante del “Salón de la fama”. Una particularidad es que desde 2016 es de color anaranjado, cuando antes era azul. Anoche, en la ceremonia, no faltó la alfombra roja y en la presentación hablaron otros integrantes del Salón; a la vez que en la previa de la palabra del argentino, algo que no sucedía al cierre de la edición, lo haría su “padrino”. En el caso de Ginóbili, lo antecedió su gran amigo y compañero en San Antonio, Tim Duncan.