El hockey sobre patines tiene esa cosas raras y a veces inentendibles. Eso es lo que lo hace bello. Entretenido. Dramático. Impredecible. El panorama cambió de la noche a la mañana. En el primer partido fue goleada (7-4) de Richet. Anoche le tocó al SEC (11-5). Lo cierto es que la serie final por el título de la Liga Nacional A-1 quedó empardada y tienen que definir en un tercer partido. Será hoy (21.30) en el “Cantoni”. Otra vez a plena adrenalina. De nuevo con mucha gente. Vamos a estar brindando por el nuevo año que se viene (algo que no tendría que suceder si las cosas fueran normales) pero las emociones invitan a que todo el mundo siga expectante.
Anoche, en la revancha, fue el turno del SEC. Tomó la manija y lo hizo con autoridad. A dientes apretados, obediente de un libreto y convencido de lo que tenía que hacer. Y si ha eso se le suma que Richet lució errático y, por momentos, desconcentrado, se entiende la goleada final.
El tablero del primer tiempo ya mostraba la diferencia numérica y psicológica: SEC ganaba 7-2. Por eso el complemento fue más parejo y arrojó goles por ambos lados. Los puntos de inflexión se habían dado en aquella primera etapa. SEC tuvo siempre la manija y contragolpeó. Se apoyó en sus juveniles Mallea y Rampulla, en el momento dulce de Ariel Romero y en la gran tarea del Mono Velázquez y del Flaco Bueno, siempre acompañados por Guille Babick. ¿Para qué más?
