El argentino Juan Martín del Potro, sexto favorito, apabulló ayer por un triple 6-2 al español Rafael Nadal y se clasificó para la final del abierto de tenis de los Estados Unidos, último Grand Slam de la temporada.

Del Potro se enfrentará hoy en la final con el suizo Roger Federer, número uno del mundo, quien venció al serbio Novak Djokovic, tercer cabeza de serie, por 7-6 (7-5),7-6 (7-5),7-6 (7-5),7-6 (7-5),7-6 (7-5).

El argentino jugó un tenis brillante y basó su triunfo en la potencia de sus golpes, que fueron demasiado para un Nadal que volvió a quedar eliminado en las semifinales del US Open, tal cual le ocurrió el año pasado con el escocés Andy Murray.

Del Potro llegó a este abierto con el envión que le había dado ganar en Washington por segundo año consecutivo -venció en la final a Roddick- y alcanzar el encuentro decisivo en el Masters 1000 de Montreal, donde cayó con Murray.

Y ese envión ganador lo llevó a ser un torbellino en el partido de ayer en el que dominó a Nadal -hoy volverá a ser el número dos del mundo- desde principio a fin.

Del Potro dominó el pleito con su potente saque, con el que ganó el 85 por ciento de los puntos con el primer servicio y el 78 por ciento con el segundo.

Nadal, que arrastraba una lesión en los abdominales, nada pudo hacer ante la potencia del tandilense, que a lo largo de los tres sets nunca perdió su saque, lo que le generó aún más impotencia al mallorquín.

Del Potro arrancó el partido muy concentrado -a lo largo de todo el torneo mostró una enorme fortaleza mental para sus 20 años- y con un muy sólido juego de fondo fue sumando problemas a Nadal, quien ya en el primer juego debió esforzarse para mantener su saque.

El argentino tuvo cinco break points en contra -ninguno en el tercer set- y los ganó todos, lo que también fue un golpe psicológico para Nadal, una de las ‘cabezas’ más fuertes del circuito.

En el primer parcial, Del Potro quebró en el cuarto game y a partir de ese momento comenzó a edificar su victoria con la potencia de sus golpes y la inteligencia necesaria para aprovechar también los once errores no forzados del ex número uno del mundo.

En el segundo set, nada cambió. Y otra vez Del Potro quebró en el cuarto game para terminar de desestabilizar al español y encaminarse a la victoria.

En el tercer set, Nadal no pudo cambiar la historia y así Del Potro se convirtió en el segundo argentino, después de Vilas, de llegar a la final del legendario US Open.