El presidente Mauricio Macri admitió ayer que no "quiere una final Boca-River", en la Copa Libertadores de América y afirmó que "el que pierda va a tardar 20 años en recuperarse".
El presidente de la Nación, fanático del fútbol e hincha de Boca, aseguró ayer que no le gustaría que la final de la Copa Libertadores se defina con el tradicional Superclásico. "No quiero una final Boca-River. Prefiero un equipo brasileño porque son tres semanas de no dormir, es una locura, mucha presión", expresó Macri en diálogo radial con La Meca Malazan, de La Rioja.
El Jefe de Estado agregó que, en caso de que la final sea el Superclásico, "el que pierda va tardar 20 años en recuperarse". "¿Vos sabés la presión que va a ser eso? El que pierde va a tardar 20 años en recuperarse. Es una final que se juega mucho. Se juega demasiado. Pero bueno, cada uno tiene su visión… Yo creo que sería mejor que uno de los dos que va a la final sea brasileño", dijo el Presidente.
Mauricio Macri fue presidente de Boca entre 1995 y 2008. Durante la entrevista recordó los logros deportivos del "Xeneize" durante su gestión. "Tuvimos la suerte necesaria, porque en el fútbol hace falta tener suerte. Ganamos 17 torneos en 12 años", manifestó.
—-Recaudación histórica———El partido de anoche le representó a River la recaudación más alta de su historia al obtener cerca de 1.600.000 dólares por las entradas vendidas. Un dato es que Gremio no utilizó 1.000 tickets que le habían sido asignados por lo que la cifra podría haber sido aún superior. La semifinal se vivió en un Monumental repleto como ya es una lógica en estos más de cuatro años de la era Gallardo. Y la fiesta inicial se completó con un recibimiento especial para el entrenador organizado por la Subcomisión del Hincha, con cartulinas que llenaron el corazón en la platea Belgrano Alta.