Contra Racing de Córdoba, los dos goles cordobeses fueron un tormento para el arquero, Pablo Lucero. Las críticas fueron muchas y duras pero el fútbol siempre da sus revanchas y Pablito esperaba la suya. Le tocó a los 10’ del segundo tiempo cuando parecía que las nubes se ponían más negras que nunca en la gélida tarde del sábado para Sportivo Desamparados. Ramos lo tomó arriba a Rivero y llegó el penal. El primero que le cobraban en contra a este Desamparados en la campaña y Lucero sacó pecho. Era su momento. Eligió bien y voló a su izquierda, contuvo el remate, dio rebote corto pero resolvió bien. Era el golpe de efecto que necesita Sportivo para reaccionar y terminar de liquidar a Ben Hur que se había soltado. Después, no tuvo tanto trabajo y ofreció todas las garantías que aquellos dos goles de Racing cordobés pusieron en duda para algunos que no lo conocían, entonces cuando llegó el final, Pablo Lucero se desahogó hasta con lágrimas: ‘Me dolieron mucho las críticas por lo de Racing. Uno siempre quiere hacer lo mejor y puede que salga o no las cosas pero sabía que como en la vida, siempre hay una revancha y me tocó con este penal. Lo festejé y se lo dediqué a mi vieja que está en el cielo, a mi familia y a todos los que saben del esfuerzo que hacemos cada día para seguir avanzando. Incluso se lo dediqué a la gente de Unión porque esto es por el bien del fútbol de San Juan y muchos no saben siquiera que yo me fui con una deuda de siete meses a mi favor y ni reclame judicialmente ni nada. No es mi estilo. Yo soy un tipo que va de frente y al que nadie le regaló nada. Pero ahora es momento de disfrutar este momento porque avanzamos un pasito más pero no ganamos nada todavía. Queremos y tenemos esa ilusión que hace que se llene esta cancha y vamos a dejar todo para tratar de conseguir ese objetivo que tanto anhelan en Desamparados’.