River Plate ganó anoche un partido clave ante San José de Oruro (Bolivia) porque, tras el 3-0 que consumó y la victoria 5-4 de Tigres sobre Juan Aurich en Perú, se terminó clasificando angustiosamente para los octavos de final de la Copa Libertadores. Los hinchas Millonarios gozaron por el triunfo propio pero más lo hicieron escuchando radio cuando se consumó la victoria de Tigres.

River ganó su primer partido en la versión 2015 de la Copa y se clasificó como uno de los peores segundos de la fase de grupos. Ahora, si se dan una serie de resultados, bastante probables, podría eliminarse con Boca en octavos de final (ver nota vinculada “Se verían seguido”).

El Millonario, obligado por sus antecedentes, salió a posicionarse enteramente en campo rival, intentó desbordar por las bandas y en parte lo consiguió con Martínez bien abierto. La primera chance clara llegó a los 3’ cuando Mora reventó el travesaño. Poco después Martínez hizo una buena pared con Pisculichi y remató desviado, y Sánchez cabeceó débil en una posición clara.

Sin mayores argumentos más que una sólida defensa, San José se refugió contra su área, llevó a un embudo al local y esperó la réplica. La única ocasión clara en la etapa para la visita llegó a los 38’ pero Barovero se lució y Funes Mori lo afirmó despejando.

El desnivel para el Millonario llegó a los 42’, con una buena jugada elaborada desde un córner. Martínez tocó para Mora y, en una doble pared, el uruguayo la mandó al fondo.

En el principio del complemento, River fue eficaz y en un abrir y cerrar de ojos amplió con dos tantos la ventaja. A los 7’ aprovechó un penal que ejecutó Mora. Y a los 9’ Gutiérrez tocó un centro para el 3-0. Tras ese tanto los jugadores y todos los suplentes estuvieron más pendientes de los gritos de sus hinchas por lo que pasaba en Perú. Así fue el final de una historia dramática.