Salió algo tarde del vestuario, una cosa que no acostumbra, porque siempre es el que muestra la cara primero que todos. Seguramente habrá tenido charlas con sus jugadores. Rubén Darío Forestello, el técnico de San Martín, se mostró sereno y analítico. Con su gesto alegre empezó la conversación con los periodistas que lo esperaron a la salida del camarín hablando de bicicleta. "La verdad que no me tengo mucha fe arriba de una de ellas. Capaz que ni llego con un auto" (risas).
Ante la primer consulta de su evaluación de los partidos aclaró que "me gustó el primer tiempo del primer partido. Se ocuparon bien los espacios y hubo velocidad en las jugadas. Creo que los jugadores sintieron demasiado el esfuerzo que hicieron en el entrenamiento del lunes, que fue un día muy duro. Por eso Gimnasia se nos vino sobre el final del partido. Pero el análisis es positivo y habrá que seguir trabajando para mejorar detalles".
Sobre el segundo partido señaló que "sirvió para ir viendo el desempeño de algunos muchachos y sacar conclusiones. Algunos van ganando minutos para competir con los otros por un lugar en el equipo titular".
Al final señaló que "son tiempos cortos y los once partidos que se nos vienen serán muy competitivos. Confío en los refuerzos que llegaron, más aún porque ya conocen el mundo San Martín".
Se cuidó a varios jugadores
Hubo ausencias notorias. Por ejemplo, la del "Pampa" Gelabert, un hombre clave en la zona de gestación del Verdinegro. Desde el cuerpo técnico decidieron cuidarlo de un cansancio muscular para que llegue bien al partido con Banfield. Igual que los que llegaron como refuerzos. A Dening también se lo preservó y a Osorio Botello se le busca una buena puesta a punto. El tercer refuerzo que llegó -Escobar- recién se está ambientando. Y hay otros cuatro que están en plena recuperación tras sus respectivas lesiones: Da Campo, Alvarez, Cardozo y Milo.