Con el serbio Novak Djokovic, número 1 del mundo y presidente del Consejo de Jugadores (Players Council) y con el firme apoyo de los otros dos "grandes" del tenis, el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer (2 y 3 respectivamente) se ha conformado un plan para ayudar a aquellos tenistas que luchan por hacerse un hueco entre la élite del circuito o esos otros que acaban de acceder al profesionalismo, y que por lo tanto viven prácticamente al día. Es decir, deben costearse los desplazamientos, las estadías, el material o las instalaciones, y pagar también a sus preparadores sin contar con el respaldo económico de un patrocinador o el apoyo de las federaciones. Ese grupo es el que más necesitan jugar, porque de lo contrario no perciben ingreso alguno y sus cuentas corrientes decrecen, circunstancia que se ha agravado sobremanera con el paro mundial.

Djokovic trasladó al resto de los componentes del top-100 (los que están asentados económicamente, en mayor o menos medida) una propuesta en firme. Entre todos esos tenistas pretenden crear un fondo que recaude alrededor de un millón de dólares, de forma jerarquizada y lógica: los que más ganan, más abonan. Los cinco primeros del listado (él, Nadal, Dominic Thiem, Federer y Daniil Medvedev) aportarán 30.000 dólares.

A partir de ahí, los cinco top-10 restantes sumarán 20.100 dólares más; del 10 al 20 añadirán 15.000 cada uno; del 20 al 50, 10.000; y del 50 al 100 contribuirán con 5.000. A eso se sumarán los 5.000 por parte de cada uno de los 20 mejores doblistas del mundo. La cantidad irá destinada a los jugadores que se encuentran entre el puesto 250 y el 700.

El dinero que recauden se sumará a otros apoyos (ver recuadro) de entidades y torneos para paliar la difícil situación.

 

Otros aportes del "Planeta Tenis"

 

Al millón de dólares que reúnan los jugadores se suma la misma cantidad que aportó la ATP y otros dos millones que surgen de los cuatro torneos de Grand Slam (500.000 cada uno) y los otros 500.000 que puso la Asociación femenina.

Roland Garros no se jugará porque Francia suspendió todas las actividades al aire libre hasta mediados de Julio, solo queda el US Open (agosto) pero la situación de los Estados Unidos es demasiado complicada como para pensar que se juegue.