Siempre fue el eje de todo interés. Si hasta antes que llegara integrando la delegación argentina, muchos ponían en duda su presencia en San Juan. Que no vendría porque eran muchas hora de viaje. Que viajaría de España a Estado Unidos directamente. Que esto, que aquello. Lo cierto es que Lionel Messi llegó al país en la madrugada del jueves. Tomó mates con su compañero Agüero y después entrenó con el resto del plantel argentino en el predio de Ezeiza. Es cierto, lo hizo de forma diferenciada pero se movió para descontracturarse. Y, por la tarde-noche, viajó rumbo a San Juan con la delegación albiceleste comandada por el técnico Tata Martino.
Ese mismo jueves, por supuesto, fue el más asediado para los autógrafos y selfies de los hinchas más fanáticos que esperaron por varias horas en la entrada del hotel donde se alojó el plantel albiceleste. Muy pocos pudieron concretarlo. Tener algo de Messi o con Messi se convirtió en una bandera de popularidad. En un premio de características inigualables.
En la misma noche del jueves ya hubo varios programas de actividades previstas para el viernes, lógicamente con la presencia del astro asegurada. Y lo que pasó no dio para sorpresas. Messi ni se movió del hotel. Desayunó junto a sus compañeros y después, con todo el plantel, escuchó la charla del cuerpo técnico.
Antes del mediodía participó del primer acto del plantel con chicos especiales que sufren distintas dolencias. Los pequeños fueron juntados en la cava del subsuelo del hotel y allí, después de una larga espera, lograron su objetivo de estar con sus ídolos. Y, en esa reunión, fue Lionel Messi el más asediado. Y el que se quedó en soledad cuando sus compañeros se fueron de la sala. El que contestó una y otra vez las preguntas de los chicos. El que se abrazó con ellos y se sacó fotos. Si hasta abrazó paternalmente a uno que se largó a llorar de felicidad.
Y después se juntó con los hermanos Páez. Con David y José Luis, como si estuviesen en Barcelona. Si hasta se dio tiempo de pedir disculpas por la celosa custodia. Lionel Messi en toda su dimensión. Un sanjuanino más.

