Estaba claro que la clasificación a cuartos de final era lógica por donde se la mire y lo único que tenía que hacer el equipo argentino era presentarse al partido. Es que, una vez adentro de la cancha, todo fue como el choque del debut ante los sudafricanos: sin equivalencias. Otro partido para sumar minutos de patinaje en pista e ir puliendo defectos para encontrar el tiempo y la forma ideal en el juego que será necesario de ahora en más. Ayer, en su segunda presentación en el Mundial de la categoría que se juega en la ciudad catalana de Vilanova, el equipo que dirige el mendocino Pablo Cairo goleó 14-0 a Egipto y con ello se quedó con uno de los pasaportes a cuartos de final del torneo (el otro es para Chile).
Fue un calco del partido anterior. Un rival sin jerarquía que sólo trató de impedir que los argentinos lograran anotar, algo que en realidad nunca pudieron concretar. Es que si no se dieron más goles en el partido es porque la Argentina levantó el pie del acelerador, ya que la fragilidad de Egipto fue decididamente exasperante para lo que están acostumbrados los nuestros.
Así las cosas, Argentina y Chile (que hoy se enfrentan desde las 13, hora de nuestro país) clasificaron a los cuartos de final que se jugarán el jueves (recordar que mañana todos tendrán descanso), algo lógico. Lo mismo que en la zona B, en la que pasaron España y Colombia y en la D, donde clasificaron Francia e Italia. Sólo la sección A es la que todavía no tiene a sus dos clasificados, ya que esos lugares los lucharán Portugal, Angola y Suiza.
De no mediar imprevistos y darse resultados ilógicos, la Argentina debería jugar en cuartos frente a Italia.

