Desde temprano y con mucho respeto, una importante cantidad de amigos y fanáticos estacionaron sus motos frente a la cochería donde estaban velando los restos del Wey Zapata, el joven piloto que el domingo en la mañana falleció tras protagonizar un accidente durante una carrera, en Córdoba.
Enduro, de pista y de calle fueron los rodados que crearon como una "guardia de honor" en la despedida del deportista sanjuanino.
Además, por el Conector Sur hubo un centenar de motos que aguardaban el paso del cortejo. Una vez que comenzó la despedida el rugido de los motores no cesó hasta que llegaron al cementerio de Rawson donde los restos del piloto tendrán su descanso eterno.